En estas cuatro semanas hemos platicado en este espacio del proyecto de nuevas Disposiciones Administrativas de Carácter General (DACG) en materia de Generación Distribuida, o sea, las reglas para los nuevos techos solares.
Pero, ¿qué viene en el proceso?
Primero, y esperando que participen, tiene que agotarse el proceso de consulta pública que será hasta el 28 de noviembre. Ya pronto.
Una vez agotado este tiempo, habrá un periodo para que el regulador revise y dé respuesta a los comentarios que los participantes emitan. Una vez resueltos estos y concluido el proceso regulatorio, el proyecto se podrá presentar ante el órgano de gobierno de la Comisión Reguladora de Energía. Si este órgano lo aprueba, se va al Diario Oficial de la Federación y entra en vigor en las condiciones que las mismas reglas establezcan. Hay cosas que entran en automático, hay otras que tienen meses para aplicarse.
Pero puede haber detalles que frenen su aplicación. Por ejemplo, que alguien considere que sus derechos se ven vulnerados, que las DACG son contrarias al orden constitucional o, incluso, a la ley. En ese caso podría interponer un amparo y, si el juez decide que el daño causado por las DACG tiene la relevancia necesaria, se puede frenar su aplicación o, más allá, en un amparo podría hasta derogarse.
Esto haría que se apliquen de forma parcial las nuevas DACG, o que se apliquen las que ahora están vigentes, dependiendo de la determinación del juez. Además la medida podría ser temporal o definitiva. Y todo esto generaría incertidumbre.
Ahora, ¿hay elementos para que proceda un amparo? Veamos:
Por ejemplo, quienes tengan planeado vender su energía o generar excedentes podrían considerar que el trato distinto que se da al generador exento respecto al gran generador (eso de eliminar el Precio Marginal Local y poner el nuevo modelo de contraprestación) es violatorio del espíritu de libre concurrencia que está en la Constitución, pues además genera una especie de monopsonio.
Otra cosa rara que tienen las DACG es que permiten a CFE Suministrador de Servicios Básicos llevar a cabo la acreditación de Certificados de Energía Limpia, incluso pudiendo obligar al generador a hacer inversiones para acreditarlos, pero no da instrucciones para pagarlos al generador. O sea, se los puede quedar gandallamente.
“Uno que puede no estar muy feliz con las DACG nuevas es CFE”.
Uno que puede no estar muy feliz con las DACG nuevas es CFE, que se vería obligado a pagar por algunos años y a un precio alto los excedentes o lo que entreguen los usuarios de venta total, pues la fórmula que se mandó incluye sus propios costos de generación, que son los más altos que hay en los contratos bilaterales. De hecho, a juzgar por los comentarios que la propia CFE dejó en la consulta pública, la empresa pública dictó las DACG, pero la CRE no fue capaz de tomar el dictado bien. Y parece ser que tampoco se tomó en cuenta a la SENER, pues la parte de la NOM no está clara. Y la SENER supervisa la NOM mediante sus unidades de verificación.
De hecho, la obligación de hacer estudios de parte del CENACE para interconexiones podría considerarse una medida desproporciónala y, por lo tanto, generará suspensión de las disposiciones.
Cuidado. No digo que las DACG sean malas, sino que tienen muchos espacios de oportunidad que, si no se resuelven, seguramente terminarán en tribunales y harán que la evolución de esta regulación pase por un largo y sinuoso camino. Que no por largo y sinuoso sería necesariamente exitoso.
El problema de las DACG a consulta es que parecen no haberse madurado, sino solo parecen retomar ideas que en muchos espacios han sido planteadas, pero esta recopilación no se hizo con el cuidado debido en los detalles. Esto resulta delicado cuando lo que tienes en las manos es un sector que integra 530 megawatts de capacidad de generación anual al sistema eléctrico nacional, mueve más de 500 millones de dólares y que generará más de 4.3 terawatts-hora en 2023.
Ojalá los errores de redacción, los conceptuales e incluso los errores de ilustración (los diagramas plasmados en el proyecto son incorrectos) se corrijan, o esto terminará por no solo pausar, sino generar una larga pausa en este mercado y sector que tanto requiere la economía mexicana, la de los usuarios y la lucha contra el cambio climático.
( Lea la tercera parte de esta entrega aquí )
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