Hace unos días, una de las comisionadas de la CRE reveló los posibles problemas que vienen en las redes generales de distribución por la entrada en operación masiva de autos eléctricos.
Es algo muy sencillo: parte de la energía que actualmente recibimos en líquido (gasolinas) ahora deberá llegar vía cables y generarse en el momento o almacenarse. Pero se tienen que hacer ajustes a la red eléctrica para eso, regularse y demás. Y es esa chamba que no ha hecho el regulador, del cual forma parte la propia comisionada.
La realidad es que muchas cosas alrededor de la movilidad eléctrica no han sido reguladas, por ejemplo, ¿cuál es la figura mediante la cual se va a vender la energía? Porque no es suministro. ¿Habrá alguna tarifa regulada?, o ¿se considerará como parte de las tarifas de suministro básico? ¿Quiénes podrían tener acceso a ellas?
Pero la parte de electromovilidad es solo una de las grandes omisiones de este gobierno y de los actuales comisionados de la Comisión Reguladora de Energía. Y hay varios inentendibles.
Por ejemplo, con mucho orgullo ha expresado el gobierno que la central fotovoltaica de Puerto Peñasco tendrá baterías y mucho presume el litio que, en el mejor de los casos, se podrá aprovechar en una década, pero ¡no hay regulación sobre baterías ni almacenamiento!
Ahorita usted podría conectar baterías a circuitos eléctricos interconectados y lo podría hacer de forma casi libre.
Una más: mucho se ha quejado este gobierno de la “intermitencia” de las renovables. El mundo ha incorporado elementos de electrónica de potencia que mitigan o disminuyen los efectos que las renovables variables podrían generar en la red, pero nada han hecho por regular al sector para obligar a los generadores a integrar electrónica de potencia en los nuevos proyectos.
Otro ejemplo: el Sistema Eléctrico Nacional y las Redes Generales de Distribución han crecido en las últimas décadas, principalmente gracias a los proyectos privados bajo el esquema de aportaciones. Pues, seguimos con el modelo de aportaciones legado, o sea el de antes de la reforma. No hay un esquema adecuado a las condiciones actuales.
Algo por lo que ha peleado este gobierno es supuestamente fortalecer a la CFE. Bueno, con un modelo de tarifas adecuado lograría recuperar más de sus costos. Pero seguimos con el esquema de tarifas de hace más de 10 años.
Si regresamos parcialmente al asunto de movilidad, en algunos sistemas eléctricos las redes interactúan con los autos eléctricos, ya que las baterías de estos últimos pueden usarse, de forma emergente, como fuente energética para dar estabilidad a la red. Pero, insisto, poco se ha avanzado en la regulación para redes inteligentes.
El problema es que el objetivo de este gobierno, y del regulador, no ha sido construir un sector moderno y seguro para los mexicanos, ni construir un futuro energético limpio, económico y seguro, sino complacer los deseos del presidente y su gabinete, que no son necesariamente gente que entienda el presente y menos el futuro del sector energético.
“Parte de la tarea regulatoria estaba avanzada y se frenó de tajo en 2019”.
Parte de la tarea regulatoria estaba avanzada y se frenó de tajo en 2019. Entre otras, se pararon disposiciones de Transporte y Distribución que habrían resuelto muchos problemas en favor del usuario, como propiedad de medidores y las normas oficiales técnicas que salieron por presión de las Cámaras pero que luego fueron bloqueadas por petición expresa de CFE, como en el caso de la norma de medidores.
Es altamente probable que los siguientes tres o cuatro años el país sufra de forma cotidiana de interrupciones en el servicio eléctrico por el retraso de al menos 4 años en materia de permisos y desarrollo del sistema eléctrico. El daño también significará dependencia de generadores caros con el derivado alto costo de energía.
Es normal también que la tecnología se desarrolle y luego se regule. No se puede regular como adivino sin saber qué vendrá. Pero, además, el retraso regulatorio en este caso puede ser peor, pues el papel del regulador fue solo satisfacer los dogmas de alguien que cree que entiende de energía, no de construir un mejor sector para México.
¿Cómo estarán las cosas que una comisionada aceptó el retraso públicamente?
Quedarán para la Historia.
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