(Mario Morales Vielmas, Intermediación de Contratos Legados, CFE)
Ulises Juárez / Energía a Debate
Existe un excedente de capacidad de generación eléctrica de alrededor de 30,000 megawatts y el consumo eléctrico no ha aumentado a nivel nacional, aseguró la Comisión Federal de Electricidad (CFE) esta mañana con lo que justificó el Acuerdo emitido por el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) que dejaría fuera del sistema a los generadores renovables.
“Ahorita, en este momento, hay 81,500 (megawatts, MW) instalados, ya están interconectados. Son centrales que están construidas y están inyectando o potencialmente pueden inyectar en generación de energía eléctrica al sistema, pero el sistema demandó 49,000”, dijo Mario Morales Vielmas, director general de Intermediación de Contratos Legados de la empresa eléctrica.
“Siempre anda entre 32, 33, 35 mil megawatts en promedio y llega el momento del pico, que normalmente es en el verano en todo el país y hay una sobreproducción o sobrecapacidad instalada de 30,000 MW en este momento”, agregó en conferencia de prensa virtual.
Morales Vielma, acompañado por Martín Mendoza Hernández, director general de CFE Suministrador de Servicios Básicos, y Luis Bravo Navarro, coordinador corporativo de Comunicación Social, puntualizó que el Acuerdo del Cenace tiene carácter temporal mientras no termine la pandemia del COVID-19.
“Lo importante es que la población entienda que, de ninguna manera, en ningún momento hubo la intención de eliminar a los privados, sino que, si fuera una forma de decir coloquialmente: ‘Espérate tantito, en lo que pasa la pandemia te vuelves a subir’”, explicó.
Asimismo, además de argumentar la intermitencia de las energías renovables, como lo justifica el Acuerdo del Cenace, el funcionario añadió que la sobre capacidad se deriva de los permisos de generación que en el pasado otorgó la Comisión Reguladora de Energía (CRE) a privados. (¿Qué dice el Acuuerdo?)
“Aquí tengo que señalar que la CRE, como organismo regulador, como ente regulador, ha autorizado permisos de manera indiscriminada, no había ninguna limitante relacionada con el sistema eléctrico, sino simplemente reunir requisitos documentales básicamente”, señaló Morales Vielmas.
Para 2024, comentó, el número de permisos otorgados alcanzará los 154. “Estas 154 centrales ya tienen cumplido el requisito, ya pueden construir o están construyendo o están a punto de entrar a la interconexión del sistema, ya tienen todos los requisitos y legalmente no se pueden rechazar”.
Calculó que para ese año, la capacidad instalada se irá hasta los 102,000 MW con una demanda máxima de 58,000 MW, es decir, una capacidad de casi el doble de la demanda. “Eso obviamente nos indica que va a haber muchas centrales eléctricas que no van a producir, van a estar paradas”, subrayó.
Previamente, el directivo explicó que desde “febrero o marzo”, la empresa productiva del Estado comenzó a nota un descenso en la demanda nacional de energía y, desde que la Secretaría de Salud federal decretara la cuarentena, la CFE se sumó al esfuerzo que entraría en vigor a partir del 1 de abril.
Posteriormente, se había anunciado que las actividades se empezarían a reanudar desde el 1 de junio, pero la empresa, a cargo de Manuel Bartlett Díaz, no ha visto una recuperación en la demanda.
“Debo de decir que nosotros vemos el mismo comportamiento, no se ha reflejado en el registro del consumo de la energía eléctrica, la disminución de ese decremento importante que ha ocurrido a partir del 1° de abril y eso nos mantiene alertas a todo el país, sobre todo, porque debemos de partir que hay una sobrecapacidad instalada en el país actualmente”, argumentó Morales Vielmas.
Respecto a los permisos, la CFE también dijo que la figura de autoabastecimiento, una de las modalidades de generación que el Acuerdo saca del Sistema Eléctrico Nacional, generó un “mercado negro” de energía que ocasionó que la empresa estatal no recibiera un total de 22,800 millones de pesos.
Resultado de la reforma al sector energético de 1992 y posteriores modificaciones, el autoabastecimiento beneficiaba a grandes industrias, como minería y siderúrgica, pero se ha venido distorsionando para quedar en un comercio de energía entre particulares en detrimento de la CFE al pagar tarifas de porteo muy por debajo de la media internacional, amplió Morales.
Los contratos de autoabastecimiento fueron los contratos legados posteriores a la reforma energética, en la que se les protegió según comentó.
Actualmente son 284 contratos de este tipo que suman un costo promedio de 7,500 millones de pesos anuales y cuyo monto, al final, es pagado por los consumidores finales, criticó.