Los retos para el resto del sexenio en términos energéticos serán: la transición a la electromovilidad, la labor de las refinerías y las consecuencias de tener una reforma eléctrica que pone a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) al centro de la política de generación de electricidad.
En ello coincidieron especialistas del sector que participaron en el panel: “Perspectivas para el sector energético en lo que queda del sexenio”, que se llevó a cabo durante el segundo día de actividades del Encuentro Internacional de Energía 2022.
Para Gonzalo Monroy, Socio Director en GMEC, uno de los retos para los próximos años que resten del sexenio es lo relacionado a la refinación y la prevalencia en México en el uso de combustibles fósiles.
Sobre ello, aseguró que el transporte pesado, como los camiones y tractocamiones, seguirán usando por mucho tiempo más el diésel, lo que hará más lenta la transición energética hacia las energías renovables.
Retos para la electromovilidad
En tanto, Santiago Arroyo, CEO en Ursus Energy, refirió que hace falta una regulación para lograr una mayor electromovilidad en México y un regulador que tenga tres características importantes: responsabilidad, sensibilidad y apertura.
El especialista aseguró que México es un país “gigantesco, diverso, monstruoso a nivel económico y geográfico”, lo que representa un reto sobre la regionalización en las medidas de electromovilidad.
Reforma eléctrica frenará la participación de privados
Para Arturo Carranza, Director de Proyectos de Energía en Akza Consultores, los cambos jurídicos que se han emprendido en la reforma eléctrica y que ponen a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) al centro, ponen un obstáculo para las inversiones de privados.
El especialista recordó que los cambios al marco jurídico en 2013 y 2014 fueron un “parteaguas” en términos de las inversiones que llegaron en el sector eléctrico en esos años.
Refirió que de acuerdo a datos del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), entre 2014 y 2018 llegaron inversiones privadas para financiar proyectos eólicos de más de 15 mil millones de dólares (mdd) y en la parte solar llegaron inversiones por 17 mil mdd.
“Eso desde luego permitió tener en el país precios competitivos y no solo eso, sino que a mí me resulta algo interesante, porque puso al país en la ruta correcta en términos de transición eléctrica cuando en 2013 y 2014 este tema no está tan álgido cómo hoy en día”, dijo.
Para Carranza, algo fundamental es que ese ritmo de inversión empezó a cambiar a mediados del 2018, con el viraje de la política energética que puso en el centro del sector eléctrico a la CFE y ya no implicó más inversiones privadas.
Hacia a futuro, el experto previó que cualquier proyecto del sector eléctrico que se vaya a desarrollar, tiene que tener el visto bueno de la CFE en términos de la planeación y un acompañamiento del estado mexicano para poder desarrollarse.