Iniciativa Climática de México (ICM) advirtió que las emisiones mexicanas de dióxido de carbono pueden aumentar hasta 59.8 por ciento hacia 2050, si no se corrige el curso de la transición energética en el país.
Para combatir el cambio climático en México, el país requiere actualizar el modelo de transición energética, identificar los riesgos y brechas existentes para abordarlo de una manera que sea más seria, profunda y crítica, coincidieron especialistas en el taller Visualizando el camino hacia Emisiones Netas Cero 2050 para México, organizado por ICM.
Marcela Jaramillo, asociada senior de 2050 Pathways Platform, lamentó que la estrategia mexicana no ha sido actualizada ni incluye los más recientes acuerdos sobre una meta de emisiones cero de gases de efecto invernadero.
Esto ocurre pese a que los compromisos mexicanos con la transición energética se inscribieron desde 2016 en la Conferencia de las Partes (COP) de las Naciones Unidas.
La especialista destacó que una hoja de ruta para el cambio climático debe actualizarse constantemente.
A partir de la Ley de Transición Energética, así como la suscripción del Acuerdo de París, el gobierno mexicano asumió desde 2015 el objetivo de incrementar el uso de energías renovables, con el objetivo de alcanzar 35 por ciento de la matriz energética con fuentes limpias en 2024.
Para trazar esta ruta, dijo Jorge Villarreal, director de Política Climática y fundador de ICM, es necesario identificar los riesgos y las brechas existentes para construir una visión crítica.
Explicó que incluso en el escenario más optimista se espera un aumento de la temperatura global de 1.5 grados centígrados.
Para Pablo Montaño, coordinador general de Conexiones Climáticas, el cambio climático es evidente y grave en algunas localidades del país, como en Monterrey, Nuevo León o en Tabasco.
Añadió que en la zona costera denominada “El Bosque”, en Tabasco, se registra la desaparición de áreas verdes por la erosión costera.