Ulises Juárez / Energía a Debate
La participación del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, en la Cumbre de Líderes sobre Clima (Leaders Summit on Climate), convocada por el primer mandatario estadounidense, Joe Biden, está prevista para la primera sesión a comenzar a las 8:00 horas, hora local.
De acuerdo con la agenda de este evento de dos días a iniciar mañana 22 de abril, el primer panel tendrá como título “Elevando nuestra ambición climática” (Raising our Climate Ambition).
En ella, 27 líderes mundiales, entre ellos López Obrador, abordarán la necesidad urgente de que las principales economías del mundo fortalezcan su ambición climática de cara a la COP 26 para mantener el objetivo de limitar el calentamiento a 1.5 grados centígrados al alcance.
La Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático (COP26) iba a realizarse en noviembre pasado en la ciudad de Glasgow, Reino Unido, pero fue pospuesta en abri lde 2020 atendiendo la emergencia provocada por la pandemina del COVID-19, de manera que se recandelarizó para el periodo del 1 al 12 de noviembre de 2021.
Según el programa, en esta primera sesión, cuya apertura estará a cargo del propio presidente Biden junto con la vicepresidenta Kamala Harris, los líderes resaltarán los desafíos relacionados con el clima que enfrentan sus países y los esfuerzos que están emprendiendo, así como para anunciar nuevos pasos para fortalecer la ambición climática.
De acuerdo con un video grabado por el presidente López Obrador y emitido el pasado domingo, los tres temas que abordará serán la necesidad de ampliar su programa “Sembrando Vida” a los países de América Central como una medida para desincentivar las emigraciones de ciudadanos de esa región hacia los Estados Unidos, esto con la aportación de recursos por parte de la administración de Biden.
Como segundo tema, el mandatario mexicano expondrá que, con el fin de combatir las emisiones y el cambio climático, el país solo extraerá el petróleo crudo que sea necesario para cubrir la demanda interna, para lo cual puso un techo máximo a la producción de 2 millones de barriles diarios para final de su administración. Actualmente, México tiene una producción nacional de 1 millón 666,000 barriles diarios.
Como tercer punto, el líder mexicano dirá que su administración invertirá en la modernización de las centrales hidroeléctricas del país, al considerar que este tipo de generación es la más limpia y más barata.
Pero en realidad México no tiene mucho qué ofrecer en esta Cumbre. De acuerdo con organizaciones de la sociedad civil especializadas en temas de cambio climático, sustentabilidad y medio ambiente, México ha tenido un mal desempeño para cumplir sus compromisos internacionales.
El Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda) ha comentado que México no elevó sus metas establecidas en sus Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDC, por sus siglas en inglés) en 2019, sino que planteó las mismas que había establecido en 2015.
“Se refrendaron los compromisos de 2015, pero México no aumenta su ambición climática”, dijo el día de ayer Anaid Velasco, coordinadora de Investigación en el Cemda. “En 2015 ya era insuficiente, pues ahora sigue siéndolo para reducir las emisiones”, agregó en una conferencia virtual ofrecida por el Observatorio Ciudadano de la Calidad del Aire.
México ocupa el lugar número 12 en la lista de los países con mayores emisiones de dióxido de carbono (CO2), al emitir en promedio 477 millones de toneladas anuales.
Los organismos civiles también se han pronunciado en contra de las últimas políticas en materia de energía de la actual administración por su impacto ambiental.
Recientemente, el presidente López Obrador ha promovido cambios a las leyes de la Industria Eléctrica y de Hidrocarburos con el afán de regresar la preponderancia en el sector a las empresas públicas Petróleos Mexicanos (Pemex) y Comisión Federal de Electricidad (CFE).
En la Ley de la Industria Eléctrica destaca la desincentivación a las inversiones y desarrollo de las energías renovables, y el privilegio de la generación de las centrales termoeléctricas con base en combustóleo y diesel en el despacho eléctrico en detrimento de la energía limpia, especialmente la solar fotovoltaica y la eólica.
“(Es) la erosión de las renovables actuales. Ahorita el parque renovable actual ya no va a crecer”, aseguró Daniel Chacón Anaya, director de Energía en la organización Iniciativa Climática de México (ICM) en la misma conferencia de ayer.
“No nada más no va a crecer, sino que va a decrecer. (…) Cualquier inversión necesita mantenimiento, que se le meta dinero, necesita incluso que se acreciente. Pues aquí no va a haber quien se anime a hacer nada de eso y los equipos se van a quedar a lo que den y se acabó”, lamentó.
También advirtió que la ambición del presidente por producir petróleo crudo para procesarlo en su totalidad en las refinerías nacionales con la finalidad de eliminar las importaciones, dará como resultado mayor producción de combustóleo, considerando que México procesa cada vez más crudo pesado.
Aunado a lo anterior, la regulación internacional recientemente prohibió el uso marítimo de combustóleo alto en azufre, de manera que México ya no tendrá dónde colocar su producción, por lo que Chacón afirmó que ese energético será quemado en las termoeléctricas de la CFE, con la respectiva emisión de contaminantes, entre ellos, dióxido de azufre.
De hacerse realidad el plan del presidente López Obrador de llegar a una producción nacional de 2 millones de barriles diarios de petróleo, México estará produciendo alrededor de los 600,000 barriles diarios de combustóleo que, en su gran mayoría, deberá ser quemado en las centrales eléctrica de la empresa eléctrica, calculó el especialista.
Por lo pronto, este día trascendió que el gobierno de Estados Unidos rechazó la propuesta del mandatario mexicano respecto a la ampliación del programa Sembrando Vida en América Central.
De acuerdo con el diario Reforma, un funcionario no identificado aseguró que la Cumbre de Líderes sobre Clima no tiene como objetivo tratar temas migratorios, sino climáticos.
Acciones internacionales
En la madrugada de este miércoles, previo a la celebración de la Cumbre del presidente Joe Biden, los líderes de la Unión Europea llegaron a un acuerdo para alcanzar una reducción de emisiones al 55% para 2030, con una base de 1990, cuando el porcentaje se encontraba en 40%.
De acuerdo con agencias, el nivel acordado es un punto medio entre el 50% que proponían algunos de los Estados de la Unión y 60% que había planteado el Parlamento Europeo.
Por su parte, el presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin, propuso este miércoles extender el sistema de cuotas de emisiones contaminantes a todas las ciudades del país que presentan problemas de contaminación ambiental.
En su propuesta, el líder ruso también incluyó sancionar “severamente” a quienes incumplan la normatividad de protección medioambiental.
En un mensaje a las dos Cámara que componen en Parlamento de la Federación, Putin planteó que para 2024 el volumen de las emisiones de 12 de los mayores centros industriales de la nación deberá disminuir 12% mediante la modernización de la industria, la infraestructura y el transporte urbano.