Gerardo Bazán González * para Energía a Debate
El pasado mes de junio, se marcó un hito de gran relevancia para el sector energético del país, el cual tuvo poca difusión y pasó prácticamente desapercibido. Por esta razón, vale la pena, en este breve artículo, contextualizar y valorar su importancia.
Durante la primera quincena de junio de 2020, la Unidad 1 de la Central Nucleoeléctrica Laguna Verde alcanzó su máximo histórico de días continuos de operación en línea1. Durante más de 465 días ininterrumpidos, una sola unidad de generación nuclear aportó al sistema eléctrico el equivalente a toda la generación de energía fotovoltaica o eólica en México durante el mismo periodo de tiempo.
La Central Nuclear Laguna Verde es la única planta nucleoeléctrica en el país. Laguna Verde, propiedad de la Comisión Federal de Electricidad, tiene una capacidad instalada de 1,640 MW, distribuidos en dos unidades de 820 MW. Esta central comenzó operaciones comerciales en 1990 y, salvo pequeñas excepciones, ha operado ininterrumpidamente desde entonces.
A pesar de su baja participación en la matriz energética del país, 2.3%, su alto factor de capacidad la hace una de las fuentes de generación eléctrica más eficientes y confiables del sistema eléctrico. Además, su operación contribuye a mitigar las emisiones de CO2 a la atmosfera: Cero emisiones.
Capacidad instalada por tipo de tecnología al 31 de diciembre de 2018
(70,053 MW)
(Fuente: PRODESEN 2019-2033)
Con un factor de capacidad cercano al 95%, en 2018, la Central Nuclear Laguna Verde entregó a la red 13.6 TWh de energía eléctrica, equivalente al 4.3% del total de la energía producida en el país.
Energía producida durante 2018 por tecnología
(317.3 TWH)
(Fuente: PRODESEN 2019-2033)
En términos comparativos, gracias a su alto factor de capacidad, la Central Nuclear Laguna Verde entrega más energía a la red eléctrica que todos los parques fotovoltaicos instalados a lo largo del país (más de 60 parques con 5,000 MW de capacidad instalada) y más que las 71 centrales eólicas (con 6,240 MW de capacidad instalada).
El factor de capacidad es el porcentaje que indica la cantidad de energía que cada planta es capaz de generar en un periodo de tiempo determinado, respecto a la energía que generaría si operara a plena capacidad durante todo el periodo. En este sentido, la energía nuclear es la fuente de generación eléctrica con el factor de capacidad más alto2, alrededor del 95%, mientras que el factor de capacidad de plantas convencionales que utilizan gas natural o combustóleo es aproximadamente del 50%, y el de las plantas de energía eólica y fotovoltaica alcanzan el 35 y 20 por ciento, respectivamente.
En meses recientes, se ha presentado un fuerte debate entre el Gobierno Federal y la industria privada del sector energético, en torno a las nuevas estrategias en la política energética y a los costos indirectos asociados a las energías renovables, en concreto, la fotovoltaica y la eólica.
Las energías fotovoltaica y eólica, por su naturaleza, son energías con alta intermitencia y por lo tanto requieren de capacidades de respaldo capaces de entrar en operación de forma rápida y confiable cuando las intermitentes no sean capaces de producir. Además, por su ubicación en zonas alejadas de los centros de consumo, se requieren inversiones en líneas de transmisión.
Por otra parte, es importante señalar que el beneficio ecológico que se busca con las energías renovables, se ver mermado por la inevitable afectación a los ecosistemas.
Desafortunadamente, la generación de electricidad con energía nuclear ha sido, y sigue siendo, objeto de grandes controversias, muchas de ellas producto de la desinformación. Pero la industria nuclear ha demostrado claramente sus beneficios:
- Los costos de generación de la energía nuclear son significativamente más bajos que los costos de las energías renovables intermitentes3, incluyendo los costos asociados con el manejo y almacenamiento de residuos.
- La energía nuclear es la fuente de generación eléctrica más segura4.
- En términos ambientales, la energía nuclear tiene un muy bajo impacto y utiliza significativamente menos materiales para producir la misma cantidad de energía que otras fuentes de generación convencional o renovable5.
- En lo referente al manejo de los residuos, la industria nuclear es la única industria del sector que internaliza los costos del manejo de sus residuos y está sujeta a normas internacionales para el manejo de desperdicios. Contradictoriamente, a pesar del creciente número de proyectos fotovoltaicos, en México aún no existe un centro para el manejo de materiales de desecho de las plantas fotovoltaicas (muchos de estos altamente tóxicos como el plomo, cadmio o selenio).
Sin duda, se debe ver al futuro incorporando nuevas y mejores tecnologías en los procesos de producción de energía eléctrica, considerando las bondades y limitaciones de cada una. Ningún país puede abastecerse exclusivamente con energías renovables intermitentes. Existen limitaciones físicas inamovibles.
El desarrollo y el crecimiento económico van asociados a un mayor consumo energético. Para el futuro, el hidrógeno se ve como una alternativa sumamente atractiva, pero se requeriría de grandes cantidades de energía para poder obtener este elemento, seguramente energía nuclear.
Es importante ver a las fuentes de energía como complementarias. El crecimiento de la industria de generación de energía renovable depende, en la mayoría de los casos, de fuentes convencionales. Y la energía nuclear necesita de fuentes complementarias con menores costos de inversión inicial y menor complejidad técnica.
La energía nuclear puede y debe ser un componente importante de nuestra matriz energética. Es importante retomar este tema con seriedad, a la luz de los grandes retos en materia energética y los compromisos para el cuidado del medio ambiente.
*/ MSc, MA, BSc. Senior Consultant, Flatstone Energy Group.
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Notas:
1 SUTERM 134
2 US Department of Energy. Office of Nuclear Energy. Generation Capacity. Mayo 2020
3 World Nuclear Association. Economics of Nuclear Power. Marzo 2020
4 Markandya, A., & Wilkinson, P. (2007). Electricity generation and health. The Lancet
5 US Department of Energy. Office of Nuclear Energy