La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) pagó tres mil 200 millones de dólares de la deuda de Petróleos Mexicanos y cambió el vencimiento de 10 mil 500 millones de dólares adicionales de deuda de la compañía, situación que fue considerada como una noticia positiva por el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco).
El especialista dijo a Energía a Debate que la renegociación de los vencimientos de 2024 y 2030 permitió a la empresa productiva del Estado aliviar su situación financiera.
“El mensaje de que el Estado Mexicano está respaldando a Pemex ayuda a Petróleos Mexicanos a endeudarse a tasas más competitivas. La tasa se ubicó 50 puntos base por debajo del bono soberano”, reconoció el especialista.
Petróleos Mexicanos, recordó Óscar Ocampo, se endeuda con las tasas de interés más altas entre los entes públicos que emiten bonos, el más barato es el soberano, seguido por los de CFE y los más caros son los de Pemex, comentó.
El domingo pasado, la dependencia anunció el fin de su estrategia de refinanciamiento para la petrolera, donde aseguró que el proceso de refinanciamiento fue “todo un éxito”.
“Se refrendó la confianza de los mercados en la estrategia de fortalecimiento financiero de nuestra petrolera estatal, que estamos llevando a cabo conjuntamente Hacienda y Pemex”, aseguró Rogelio Ramírez de la O, titular de la SHCP, en su cuenta de Twitter.
La dependencia precisó que la aportación del gobierno federal se realizó para refinanciar los vencimientos a corto plazo de Pemex, a través de un intercambio de bonos con vencimiento de corto plazo a un bono que se pagará en 10 años.
La pregunta que sigue sobre la gestión de la petrolera nacional, dice Óscar Ocampo, es saber qué va a hacer con los recursos adicionales.
“En la medida que no se resuelvan los problemas, y esto no resuelve ninguno de los problemas, qué sigue. Se refinanció la deuda y sí se redujo, pero estamos por encima de los montos de 2018”, mencionó.
Además, Ocampo dijo que todavía no está claro el monto de la deuda con los contratistas de Petróleos Mexicanos, al tiempo que siguen problemas como la caída en la producción de crudo, así como las pérdidas en la división de Pemex Transformación Industrial (TRI), al que consideró “un barril sin fondo”.
Por otra parte, consideró que la estrategia anunciada hasta el momento es insuficiente para que Petróleos Mexicanos recupere el grado de inversión, que perdió en 2020, a partir de las bajas anunciadas por las agencias internacionales Moody’s y Fitch en la calificación de Pemex a “bono basura”.
El gobierno del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador recibió la deuda financiera de Pemex ligeramente por encima de los 105 mil millones de dólares, mientras que con este movimiento, bajaría a poco menos de 110 mil millones de dólares, todavía por encima de la que tuvieron al inicio del sexenio.
La Cuarta Transformación también recibió a la petrolera con calificaciones que ameritaban la recomendación para invertir.
Sin embargo, el refinanciamiento, que asume la Secretaría de Hacienda, le permitió a Pemex obtener tasas más bajas.
PLAN DE NEGOCIOS POCO CLARO
Otro problema que enfrenta la compañía es el nuevo Plan de Negocios, pues no hay claridad sobre la hoja de ruta de Pemex.