La mayoría de las personas que piensan que las perspectivas de negocios para el sector eléctrico en América Latina empeorarán en los próximos 12 meses, tiene algún tipo de operación en México, reveló un sondeo elaborado por BNamericas.
Esto se debe a las reformas que ha realizado el presidente mexicano a la legislación local y al bloqueo para la emisión de permisos de varios proyectos renovables, explicó la agencia.
Según la encuesta, realizada del 7 de junio al 7 de julio pasados y que recogió las respuestas de 168 personas de diversos países, casi la mitad de ellas consideró que en los próximos meses las perspectivas de negocios en el sector serán mejores que en 2019, año previo a la pandemia por la COVID-19, mientras que 26 por ciento dijo que, por el contrario, empeorarán.
“En cuanto a los encuestados que creen que las perspectivas de negocio del sector empeorarán durante el próximo año, muchos tienen operaciones en México, donde, tras un auge de la inversión privada en energías renovables, el actual gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador ha modificado el marco regulatorio y bloqueó los permisos de operación de varios proyectos recientemente terminados, paralizando la tendencia de desarrollo”,
expuso la “Encuesta de Energía Eléctrica 2022: Tenor de Incertidumbre”, con los resultados dados a conocer esta semana.
De hecho, la agencia de noticias citó en este sentido el comentario de uno de los respondientes:
“Los cambios políticos de los últimos años en algunos países de América Latina podrían afectar el clima de inversión. México, por ejemplo, ya enfrenta diversas amenazas de disputas internacionales, especialmente con sus principales socios comerciales, Estados Unidos y Canadá, debido a los cambios en su regulación energética. Pero creo que, a nivel regional, Latinoamérica puede seguir siendo atractiva para nuevos capitales y proyectos”, remitió el encuestado.
Al respecto, la encuesta reveló el alto nivel de incertidumbre que prevalece en la región de América Latina –y global– en el aspecto político que impacta en las economías y, por ende, genera precaución en la planeación de nuevos proyectos entre los operadores.
“Los nuevos gobiernos de izquierda en Chile y Colombia (el primero también ante la posibilidad de una nueva constitución), problemas de gobernabilidad en Perú, elecciones presidenciales en Brasil que se avecinan e intentos de contrarreforma energética en México son algunos de los factores que generan cautela entre los operadores e inversores”, subraya el sondeo.
“La incertidumbre política afectará la toma de decisiones para nuevos proyectos”, comentó un encuestado de una empresa de generación con operaciones en Chile y Perú citado en el documento.
Lo anterior se refleja en los números. En comparación con el mismo sondeo de 2021, a la pregunta de si su organización tiene pensado incrementar su capital este año, 43 por ciento respondió “No sé”, 13 puntos porcentuales por arriba del 32 por ciento que indicó lo mismo el año anterior, “con fuerte presencia de consultados de compañías con operaciones en México y Chile”, volvió a destacar el estudio.
De manera general, la actual situación en Europa, derivada del conflicto armado entre Rusia y Ucrania, también ha generado incertidumbre en el clima de inversiones para nuevos proyectos.
En este renglón, 36 por ciento de los respondientes cree que para el desarrollo los proyectos energéticos habrá problemas, contra 32 por ciento que piensa lo contrario.
Descarbonizar el sector
Aun con el ambiente en el que se desenvuelve el sector eléctrico actualmente, las organizaciones están considerando mayormente llevar a cabo planes para su descarbonización.
Según los datos del sondeo, entre 2021 y 2022, el porcentaje de empresas que piensan invertir más para eliminar el carbón en sus operaciones pasó de 38 a 49 por ciento, reduciendo la proporción de las empresas que no planean hacer cambios en este rubro de 42 a 34 por ciento.
“Además de que la mayoría de los países se han comprometido a reducir su huella de carbono bajo los Acuerdos de París, las energías renovables son hoy más competitivas en términos de costos y, a diferencia de las termoeléctricas y las grandes hidroeléctricas, permiten una mayor escalabilidad de los proyectos. A esto se suma una creciente demanda por parte de los grandes consumidores de autoabastecerse de energía limpia”, manifestó el documento.
En este punto, la Encuesta resaltó la importancia de la digitalización del sector eléctrico.
“Casi dos tercios de los encuestados dijeron que planean aumentar sus inversiones en digitalización, una tasa similar a la encuesta del año pasado. Estas inversiones, además de permitir una integración más eficiente de energías renovables a la red, son esenciales para la automatización del sector, aspecto cuyo valor se puso de manifiesto durante la pandemia: La automatización permitió a muchas empresas operar sin necesidad de mover equipos humanos, centralizando el control de las operaciones”, describió.
La Encuesta de BNamericas, compartida entre los participantes del sondeo, recopiló las respuestas de 168 personas, de las cuales 27 por ciento dijo que su empresa es generadora; 22 por ciento de equipo o proveedor de servicios; 11 por ciento de servicios financieros; 6 por ciento fueron distribuidores; 3 por ciento dedicados a transmisión y 2 por ciento de entidades gubernamentales, mientras que 29 por ciento indicó estar afiliado a otro tipo de organizaciones.