Las plantas de generación hidroeléctrica son esenciales para la transición energética, pues tienen uno de los retornos de inversión más altos entre las diferentes fuentes de generación, al tiempo que las emisiones de CO2 que generan son mínimas, aseguró Humberto Marengo Mogollón, subdirector técnico de Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Durante su conferencia Energía hidroeléctrica de México, en el Colegio de Ingenieros Civiles de México (CICM), el funcionario dijo que las presas juegan un papel preponderante para mitigar el cambio climático, situación que ha sido reconocida a nivel mundial.
Marengo Mogollón aseguró que si bien la construcción de plantas hidroeléctricas requieren una fuerte inversión en los primeros años, una vez que se amortizan tienen una vida muy larga por delante, lo que les permite tener uno de los índices de retorno de inversión más alto en comparación con cualquier proyecto con fuentes distintas.
Además, el funcionario citó un estudio del Panel Intergubernamental de Cambio Climático, elaborado en 2014, que señala que en materia de emisiones de gases de efecto invernadero, las hidroeléctricas tienen una emisión de entre 50 y 60 gramos de dióxido de carbono por cada kilowatt hora generado.
El estudio señala que las energías limpias son aquellas que emiten menos de 250 gr de CO2 por cada KWh.
En este sentido precisó que la generación de energía a partir de gas natural genera 500 gramos de CO2 por Kwh, mientras que el carbón y el combustóleo se dispara a 1,500.
Insustituibles
Marengo Mogollón aseguró que actualmente el mercado de las hidroeléctricas es insustituible, pues precisó que para sustituir esta energía se tendrían que construir más de mil plantas térmicas de 500 megawatts que consumirían 250 millones de toneladas de combustible o gas cada año.
El tamaño del mercado de las hidroeléctricas a nivel mundial tiene un valor estimado de 300 mil millones de dólares, aseguró el funcionario de la Conagua.
Su importancia, dice, se refleja en el continente europeo, pues asegura que en esa región se están construyendo más plantas de rebombeo que nunca en la historia.
Además, aseguró que el sistema alrededor de las plantas hidroeléctricas genera beneficios adicionales a la población, a través de avances tecnológicos que permiten generar agua potable, irrigación, aire limpio y energía confiable.