Este jueves, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, cumplió cuatro años de haber rendido protesta; sin embargo sus promesas sobre el sector energético no se han cumplido, particularmente en lo que se refiere a Petróleos Mexicanos.
El 18 de septiembre de 2018, ya como presidente electo, el mandatario prometió incrementar 44 por ciento la producción de petróleo de Pemex, pues afirmó, en ese momento que al cierre del sexenio, la empresa extraería 2.6 millones de barriles.
“Ya se tiene una proyección, nosotros lo que queremos es llegar a finales del sexenio a una producción de cuando menos dos millones 600 mil barriles, es decir, aumentar 800 mil barriles la producción actual, a finales del sexenio”, comentó en una reunión con empresarios petroleros de Tabasco.
Al cierre de diciembre de 2018, la producción de crudo de Pemex se ubicó en un millón 712 mil barriles diarios de petróleo.
Mientras tanto, al cierre de octubre de este año, la extracción del hidrocarburo se ubicó en un millón 517 mil barriles diarios, lo que no solo se ubica muy lejos de la meta prometida en 2018 de 2.6 millones de barriles, sino que se contrajo 11.3 por ciento.
Incluso, el presidente dijo en septiembre de 2018, que extraer 2.6 millones de barriles diarios era indispensable para alcanzar la “autosuficiencia energética”.
“En el 2004 se llegó a producir hasta tres millones 400 mil barriles; nosotros estamos planteando dos millones 600 mil, ¿por qué?, porque también vamos a invertir en energías renovables, y no queremos extraer petróleo demás, porque es la herencia que debemos dejar a las nuevas generaciones. Pero sí necesitamos esta cantidad de petróleo, porque si no, no podríamos ser autosuficientes en producción de gasolina; es un plan de manejo racional de este recurso”, comentó.
Refinación
Otra de las grandes promesas del presidente fue la autosuficiencia energética, donde la estrategia apuntaba a eliminar las exportaciones de petróleo y que todo se procesara en el país, principalmente a partir de la rehabilitación de las seis refinerías del país, más la conclusión de la Refinería Olmeca en Dos Bocas Tabasco.
El 10 de diciembre de 2018, apenas a nueve días del inicio del mandato de López Obrador, la titular de la Secretaría de Energía, Rocío Nahle, aseguró que para mediados de 2020, Pemex produciría 600 mil barriles diarios de gasolina.
La funcionaria dijo en ese momento que eso se lograría a partir de la rehabilitación y modernización de las seis refinerías que existen en el país.
“Con estas medidas, en un primer año esperamos disparar la producción de manera significativa, y a mediados de 2020 llegar a la meta final de producción de 600 mil barriles de gasolina por día”, dijo.
La realidad es distinta, pues al cierre de octubre de este año, la producción de gasolinas en la petrolera se ubica en 282 mil 600 barriles diarios, menos de la mitad de lo prometido para hace dos años y medio.
Por otra parte, la refinería de Dos Bocas, según el mandatario mexicano, sería el factor que impulsaría al país a alcanzar la autosuficiencia energética.
Sin embargo, ni el costo ni la fecha de inauguración se lograron.
En mayo de 2019, el presidente de México aseguró que la Refinería Olmeca costaría “ocho mil millones de dólares o hasta un poco menos”; sin embargo, hasta el momento los costos estimados por distintas fuentes se ubican alrededor de 16 mil millones de dólares, el doble de lo prometido por el mandatario mexicano.
Además, el mismo presidente aseguró que la refinería estaría operando a mediados de este año, pero la realidad es muy distinta.
Apenas esta semana, durante el Congreso de Gas LP 2022, organizado por la Asociación Mexicana de Distribuidores de Gas Licuado y Empresas Conexas A.C. (Amexgas), la secretaria de Energía, Rocío Nahle, reconoció que la planta ubicada en el municipio de Paraíso, Tabasco, empezará a operar hasta el año entrante.