Las acciones voluntarias de distintos sectores y el continuo descenso del costo de las renovables han permitido impulsar, en áreas muy específicas, la transición energética. Se ha avanzado en leyes, marcos regulatorios, reglamentos y demás para el desarrollo de estrategias o programas que han incentivado el crecimiento de las energías renovables, aunque ha faltado la decisión de acelerar esta transición, fortaleciendo más la diversidad y el aprovechamiento de sus potencialidades.
Esto se puede alcanzar mediante políticas directas:
1. Que la empujen, continuando el desarrollo de objetivos claros, cuotas u obligaciones que permitan el desarrollo de proyectos, estrategias o programas que incluyan a las comunidades, las mujeres, la población indígena, con amplia perspectiva del sector rural.
2. Que la refuercen con políticas regulatorias, disposiciones legales, instrumentos para el autoconsumo y la implementación de cooperativas de energía que fomenten la organización social y la regulación de precios/tarifas.
3. Que la beneficien en materia fiscal o financiera, manteniendo incentivos fiscales, subsidios, becas y financiamiento concesional.
“En México debemos concluir la arquitectura institucional que reduzca la vulnerabilidad al cambio climático (…), así como una decidida descarbonización en plantas nacionales de energía garantizando la seguridad energética”.
Las acciones y proyectos en distintos niveles de gobierno deben cumplir con el marco constitucional vigente y atender el contexto internacional, pero también adecuarse a la perspectiva interna, manteniendo a lo largo del país el diseño e implementación de políticas públicas, programas y proyectos en el campo de las energías renovables que fortalezca el desarrollo sostenible para todas y todos.
Quizá el camino de la transición parezca lento, algunas personas considerarán que hay retrocesos, aun así, el crecimiento de las instalaciones solares térmicas y fotovoltaicas en los techos de las y los usuarios no se ha detenido porque representa un beneficio económico tangible y de largo plazo.
Para lograr la transición energética se necesita de un interés genuino de todas y todos los actores en alcanzar la mayor contribución posible a una transición sostenible y de avanzar con políticas integradoras y habilitadoras.
Entre otras cosas, se debe fortalecer el crecimiento de las energías renovables en la matriz energética de manera planeada y estratégica, además de modernizar y mejorar la infraestructura existente que permita gradualmente un óptimo acoplamiento de la energía generada por fuentes limpias a las redes de distribución. De igual forma, el almacenamiento de energía es clave y fundamental para robustecer redes aisladas, pero a la vez contribuyendo a reducir la variabilidad de las renovables.
Aunado a todo esto, propiciar la proliferación de cadenas de valor locales, de componentes para la fabricación e innovación de las tecnologías en energías renovables, tiene el poder de contribuir a la integración nacional mediante el desarrollo industrial-tecnológico regional.
En México debemos concluir la arquitectura institucional que reduzca la vulnerabilidad al cambio climático, que difunda las energías renovables y sus beneficios y que las incorpore a la vida diaria, acompañadas invariablemente de mejores políticas de eficiencia energética, así como una decidida descarbonización en plantas nacionales de energía garantizando la seguridad energética.
Pero, sobre todo, debemos fomentar una amplia participación social, visibilizando el gran potencial energético de México y la importancia estratégica del sector para el propio desarrollo nacional, en beneficio de las y los millones de consumidores y usuarios.
Foto: Panel fotovoltaico instalado en la localidad de Tempexquixtle Amarillo, Acatlán, Puebla
*Román Tonatiuh Lozada Cano actualmente tiene el encargo de subdirector de Gobernanza y Licencia Social en la Dirección de Gobernanza y Concertación Social de la Agencia de Energía del Estado de Puebla. Es Arquitecto por la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla con estudios de Maestría en Administración Energética por la Universidad de las Américas Puebla. Ha coordinado proyectos de instalación fotovoltaica aislada para viviendas rurales y ha participado en múltiples instalaciones de proyectos de energía solar térmica y fotovoltaica de distintas capacidades. Se desempeñó como director de área de la Secretaría de Energía donde participó en la elaboración de políticas públicas sobre incorporación de energías renovables de manera masiva y acelerada en ejidos, edificios públicos y viviendas.
Twitter: @EnergiaPuebla