El almacenamiento de gas natural en Europa ha mejorado en las últimas semanas, regresando a niveles normales para de cara a la temporada de bajas temperaturas, pese a que los flujos rusos se han reducido a un goteo.
Sin embargo, la mejora en el almacenamiento es resultado de mecanismos de mercado brutos y, no de medidas de política pública, y la llegada sustancial de cargamentos de gas natural del extranjero, advierte Norbert Rücker, jefe de Economía e Investigación de Next Generation del banco privado Julius Baer.
De acuerdo con el analista, los altísimos precios de la electricidad son una amenaza para la economía, y los problemas nucleares de Francia parecen convertirse en un desafío mayor que los flujos de gas rusos.
En este sentido, el especialista pronosticó que los precios del gas natural en Europa continúen con su patrón de picos desde una base alta pero decreciente.
“La crisis energética de Europa es lo más importante, al menos desde la perspectiva del viejo continente. Los ánimos están encendidos, posiblemente también debido a las olas de calor de las últimas semanas, aunque los últimos acontecimientos ofrecen motivos para calmar las emociones. La ayuda adicional provino de usuarios industriales que redujeron visiblemente el uso de gas natural por razones de costo, y de China, que debido al aumento de los suministros domésticos de carbón, ha dependido menos de las importaciones de gas natural del extranjero”, añade Rucker.
Otro factor que reduce ligeramente la presión es la entrada de Gas Natural Licuado, que ha impulsado los niveles de almacenamiento alemanes.
Los mercados de gas natural y electricidad están estrechamente interrelacionados, y son más bien las turbulencias y los picos de precios en este último los que conllevan riesgos económicos.
El banco privado advierte que la pérdida sustancial del suministro de electricidad, equivalente a más de 10 por ciento de la producción normal del noroeste de Europa, se compensa en gran medida con la energía solar, eólica y de gas natural.
“Dicho de otra manera, Europa tendría que manejar condiciones de mercado mucho más serias si las capacidades solares no se hubieran expandido a un ritmo rápido en los últimos años. Ha aumentado nuestra confianza en que Europa puede hacer frente a un corte duradero de Rusia en los flujos de gas. Necesita una culminación seria de comodines, incluido un invierno duro, problemas nucleares en Francia muy prolongados, cortes de suministro adicionales y una demanda excepcional de GNL en invierno en Asia para amenazar los suministros de energía de Europa”, refiere Norbert Rucker.
Sin embargo, sostiene que los precios récord de la electricidad son un verdadero obstáculo económico.
“Lamentablemente, las respuestas de los formuladores de políticas hasta ahora parecen más bien artesanales. Los altísimos precios de la energía son el resultado de mecanismos de fijación de precios marginales. Existe una herramienta simple para enfriarlos instantáneamente: subastar créditos de carbono adicionales para reducir sus precios. Una medida temporal que difícilmente afectaría la transición energética, que últimamente solo se ha acelerado”, consideró.