El futuro de una transición energética segura descansa en una cadena de valor fuerte en el suministro de algunos minerales clave, dado que, tanto las energías renovables como los Vehículos Eléctricos (VE) requieren mucho más de los minerales que las tecnologías tradicionales, considera un análisis del banco Credit Suisse.
De acuerdo con el estudio Supertrends 2023 Invertir reimaginando. De las tendencias sociales al impacto de los inversionistas, realizado por la entidad financiera, un VE requiere seis veces más insumos minerales que un auto de combustión interna.
En el mercado de generación de energía, un parque eólico requiere nueve veces más insumos minerales que una central de ciclo combinado.
Entre los minerales más socorridos el primer lugar es el cobre, colocándose como el de mayor demanda para las tecnologías relacionadas con la electricidad, incluyendo los parques eólicos, las tecnologías fotovoltaicas y las redes eléctricas.
En estos casos, también se requieren importantes cantidades de zinc, silicio y aluminio.
En el caso del cobre, la Agencia Internacional de Energía (EIA, por sus siglas en inglés) estima que la demanda de este mineral pasará de cinco millones de toneladas en 2021 hasta 13 millones de toneladas en 2030.
Concentración de metales
El estudio señala que actualmente la producción de los minerales cruciales para la transición energética está más concentrada que el suministro de petróleo, debido a que los tres principales productores de litio, cobalto y tierras raras concentran más de 75 por ciento de la producción mundial.
La seguridad de los suministros minerales es un aspecto importante en el debate más amplio sobre seguridad energética, que actualmente se centra principalmente en los suministros de combustibles fósiles de los países de la OPEP, con países como Irán, Irak y Venezuela.
Una parte de la solución a este problema, de acuerdo con el estudio, es el reciclaje de los metales utilizados en los sistemas de energía limpia, que podrían convertirse en una fuente de suministro secundario, lo que ayudaría a satisfacer la demanda y reducir los impactos ambientales de la minería.
Por ejemplo, 95 por ciento de los componentes de los paneles solares son reciclables, pero, según la EIA sólo 10 por ciento de los paneles solares al final de su vida útil se reciclan.
Otra parte es buscar acuerdos internacionales, como es el caso de Alemania que no cuenta con estos recursos, pero que busca acuerdos comerciales con países sudamericanos como Argentina, Chile y Brasil para diversificar el suministro de sus minerales críticos en diferentes países y hacer que su transición energética sea menos dependiente de China.