El Consejo de Estados Unidos para una Economía con Eficiencia Energética (ACEEE, por sus siglas en inglés) ubicó a México en el lugar 14 de 25 naciones en el Marcador Internacional de Eficiencia Energética, lo que pone al país por debajo de la media tabla en este apartado.
De acuerdo con el documento de la asociación sin fines de lucro, la calificación promedio, que abarca cuatro rubros con puntaje del uno al 100 fue menor a 50 puntos (48.5), por lo que el mundo está todavía lejos de alcanzar estándares de eficiencia energética que permitan disminuir las emisiones de los Gases de Efecto Invernadero (GEI) para evitar que la temperatura global aumente por encima de 1.5 grados.
México se ubica por debajo de Canadá, aunque tiene mayor eficiencia energética que naciones como Turquía, Brasil o India.
El puntaje total de México fue de 46 puntos, lo que lo ubica por debajo del promedio internacional, de acuerdo con el estudio.
Punto por punto
Las cuatro categorías que evalúa el ACEEE integran los esfuerzos nacionales por la eficiencia energética, la eficiencia en los edificios, el uso de energía en la industria, así como el transporte.
Dentro del apartado de los esfuerzos nacionales, México obtuvo nueve de 25 puntos posibles, donde las notas más bajas fueron el gasto en eficiencia energética, con cero puntos de cinco posibles; política de eficiencia en el uso del agua, también con cero puntos, aunque el máximo posible era uno.
La base de la política energética renovable del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, es repotenciar 14 hidroeléctricas de las 60 que tiene el país para incrementar su capacidad de generación limpia.
Incluso, la Comisión Federal de Electricidad propuso un presupuesto de mil millones de dólares para incrementar la potencia de estas 14 plantas.
En este sentido, las principales hidroeléctricas del país se ubican en estados como Jalisco, Nayarit, Michoacán y Chiapas.
Durante el año pasado, Michoacán y Jalisco experimentaron sequías severas, de acuerdo con un estudio publicado el año pasado por la calificadora internacional Moody’s.
En el documento, la agencia detalló que las hidroeléctricas de estas dos entidades estos dos estados representan alrededor de dos mil 300 Megawatts (MW) y podrían estar en riesgo en el futuro.
“Adicionalmente, dado que la Comisión Nacional del Agua está obligada a definir los límites de agua para su uso en la generación de electricidad basados en disponibilidad (con irrigación y el suministro de las ciudades siendo la prioridad). Las plantas hidroeléctricas localizadas en estados dependientes de la agricultura como Michoacán, enfrentan riesgos de suministro”, advirtió el informe de Moody’s.
El siguiente apartado en el que México obtuvo una baja calificación dentro de la categoría esfuerzos nacionales es el gasto en investigación y desarrollo de servicios de eficiencia energética, al obtener 0.5 de dos puntos posibles.
En este sentido, organismos como el Instituto Nacional de Electricidad y Energías Limpias, encargado precisamente de este tipo de tareas, reportó el año pasado que no tienen ni para pagar la nómina.
En el ránking global, México apareció en el lugar 17 de 25 en el apartado de “esfuerzos nacionales”.
El segundo rubro, el de la eficiencia energética en edificios, representó el de la mejor calificación para el país, al obtener 15 puntos de 25 posibles.
En este apartado, la intensidad energética tanto en edificios comerciales como residenciales obtuvo la máxima nota (tres puntos en cada una); sin embargo, en la publicación de información y calificación obtuvo cero.
En este apartado, México se ubicó a un peldaño de entrar al top ten mundial, al ubicarse en el puesto número 11.
En la eficiencia en la industria, México repitió en el sitio 11, al obtener 13.5 de 25 puntos posibles.
“México ha firmado acuerdos voluntarios con fabricantes y proporcionó incentivos para fomentar la eficiencia energética. México no requiere instalaciones de fabricación para contratar administradores de energía, pero ha hecho obligatorias las auditorías energéticas periódicas. El país tiene estándares de eficiencia para motores eléctricos; sin embargo, son menos estrictos que los de otros países. En 2018, México aportó el equivalente a solo 0.23 por ciento del PIB industrial a la Investigación y el Desarrollo industrial, dejando mucho margen de mejora”, detalla el organismo.
El cuarto rubro, correspondiente al transporte, fue el de peor calificación para el país, debido a que solo obtuvo 8.5 de 25 puntos posibles.
En este sentido, los apartados con la peor evaluación fueron los correspondientes a la venta de autos eléctricos per cápita, así como las regulaciones a los camiones de transporte pesado.
En ambos apartados, el país obtuvo una calificación de cero, con un máximo posible de tres puntos.
“México empató en el lugar 15 en el sector de transporte. El país no tiene estándares adecuados en la economía de combustible para transporte ligero o pesado, y el rendimiento promedio de los autos ligeros fue ligeramente inferior a 13 kilómetros por litro. Además, aproximadamente 13 por ciento del total de pasajeros kilómetro recorridos en 2017 se realizó en transporte público. En ese año, México gastó aproximadamente tres cuartas partes del presupuesto en transporte ferroviario, en comparación con lo que gastó en vialidades”, advierte el estudio.