Las enmiendas de la política energética mexicana de mayo de 2021 desalentaron las previsiones de energía solar y eólica a gran escala, por lo que México pasó de ser líder regional en desarrollo de energías renovables, en 2018 a la quinta de las seis economías con mayor crecimiento de fuentes limpias 2022, de acuerdo con datos de Global Energy Monitor.
En su análisis Una carrera a la cima 2023, América Latina, el organismo señala que Brasil, Chile, Colombia y México están a la vanguardia en el funcionamiento de parques eólicos y solares a gran escala en América Latina, con una capacidad colectiva que supera los 57 Gigawatts.
“Pero mientras Brasil, Chile y Colombia siguen impulsando el desarrollo, México se ha estancado. Aun cuando todos los posibles proyectos comenzaran a funcionar, el país solo alcanzaría, aproximadamente, 70 por ciento de su compromiso de ofrecer 40 GW de energía eólica y solar para 2030”, advierte el estudio.
El organismo no gubernamental señala que el crecimiento en Brasil, Chile y Colombia es resultado de las subastas de energía bien establecidas, la transparencia en la inversión privada, a lo que se suma el potencial económico de las exportaciones de hidrógeno verde, la disminución de costos de las instalaciones solares y eólicas y a las respuestas políticas al cambio climático.
En México, las subastas de energía de largo plazo fueron suspendidas por el presidente Andrés Manuel López Obrador al inicio del sexenio, lo que, sumado a la reforma a la Ley de la Industria Eléctrica, que está en litigios particulares, frenaron el desarrollo de los campos privados de energía eólica y solar fotovoltaica.
Además, el documento señala que entre las reformas energéticas de 2013 y las reformas energéticas de mayo de 2021, se observó un crecimiento significativo de los proyectos de energía solar y eólica a gran escala.
No obstante, durante la COP27, que se realizó en noviembre del año pasado, en Glasgow, Escocia, México se comprometió a agregar 40 GW de proyectos de energía solar y eólica nuevos para 2030.
La tendencia de dejar proyectos de energía renovable detenidos sin concluir, paralizados o cancelados (un total de 11.6 GW) ejemplifica las difíciles condiciones de desarrollo en el país, incluidos los cuestionamientos legales y los retrasos en la aprobación de los proyectos.
Antes de la llegada de la Cuarta Transformación a México, en 2018 entraron en funcionamiento los dos parques más grandes de la región, según Global Energy Monitor: en materia fotovoltaica destaca el parque Degollado Aljaval, con una capacidad de 384 megawatts, así como el parque eólico Reynosa, con una capacidad de 424 megawatts.
Retraso reformista
Global Energy Monitor consideró en su estudio que las reformas de 2021 desencadenaron un repunte en las inversiones de combustibles fósiles.
De acuerdo con datos del Rastreador Global de Plantas de Gas, México cuenta con 13.3 GW de proyectos de gas previstos, casi el doble de sus proyectos de energía solar y eólica a gran escala combinados (6.7 GW) previstos.
Exportar energía limpia
Una parte de la estrategia del gobierno federal para impulsar las energías limpias es la construcción de la planta fotovoltaica de Puerto Peñasco, en Sonora, desarrollada por la Comisión Federal de Electricidad.
En este sentido, Global Energy Monitor menciona que Puerto Peñasco es el primero de varios desarrollos de energía solar a gran escala en la frontera de Estados Unidos que podría usarse para exportar energía.