Ulises Juárez / Energía a Debate
Los cinco proyectos en materia de energía presentados esta mañana como parte del Acuerdo para la Reactivación Económica dejaron fuera a las energías renovables y, por el contrario, mayoritariamente están más dirigidos a operación y mantenimiento de Petróleos Mexicanos (Pemex).
Esta mañana, el presidente Andrés Manuel López Obrador, junto con el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Carlos Salazar Lomelín, presentó cinco proyectos energéticos que forman parte de las Acciones y Proyectos para Apuntalar la Reactivación Económica, consistentes en 39 obras de infraestructura en materias de comunicaciones, transporte, agua y energía, con un valor conjunto por más de 297,000 millones de pesos.
“Cero renovables”, afirmó Paul Alejandro Sánchez Campos, especialista en políticas públicas y planeación estratégica en el campo de la energía, al referirse a los cinco proyectos energéticos que suman 98,980 millones de pesos.
“La visión es que son proyectos que requiere Pemex particularmente para seguir operando. Prácticamente son proyectos de operación y mantenimiento, no tienen nada qué ver para resolver ni en transición energética, ni cambio climático, ni impulso a las renovables, ni beneficios a los consumidores, ni aumento a la competencia, ni desarrollo de redes, ni promover un mercado eficiente”, explicó el también director general y cofundador de la organización no gubernamental Ombudsman Energía México, AC.
Cuatro de los cinco proyectos están etiquetados como Transformación industrial de hidrocarburos y uno como Transporte y almacenamiento de hidrocarburos. (¿Cuáles son los proyectos energéticos del Acuerdo?)
Para el especialista Sánchez Campos, estas obras conjuntan tres factores:
En primer lugar, se trata de proyectos que el presidente Andrés Manuel López Obrador considera que no dañan la soberanía energética del país; es decir, que no comprometen el petróleo, ni las reservas, ni la generación eléctrica, por mencionar algunos. Pero tampoco fortalecen la competencia; por el contrario, lo hacen con las empresas públicas.
En segundo lugar, son proyectos que tienen que ver con “empresas amigas”; esto es, empresas ya “palomeadas” por la actual administración.
Y por último, el anuncio de estos proyectos tiene un cierto valor publicitario más que un valor de inversión. Al respecto, Sánchez Campos explicó a Energía a Debate que son una especie de mensaje en donde el gobierno dice: “no estamos en contra de la IP” y pretenden contrarrestar la mala campaña que ha tenido el presidente incluso en el extranjero, precisamente por los mensajes anti-competencia que ha estado enviando.
Relacionado con esto último, al preguntarle si considera que el anuncio de esta mañana podría en alguna medida restablecer la confianza de las inversiones en el sector energético, el también analista del sector dijo que no de fondo, al menos por ahora.
“Hasta no ver no creer”, aseguró. “Seguramente no vamos a ver un cambio de fondo en la postura de las empresas hasta que no haya realmente una postura diferente del gobierno”, apuntó Sánchez Campos, y fue más allá al sugerir que la postura de la cúpula empresarial podría ser rescatar proyectos que se habían quedado atorados anteriormente, más que reactivar su confianza en la actual administración.
También recordó que tanto Pemex como la CFE están pasando por una situación muy complicada de pagos a proveedores, que incluso han llevado a que la obra de la refinería de Dos Bocas, en Tabasco, presente ya sobrecostos y, según versiones, falta de pagos.