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Los subsidios aplicados por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) al cobro del Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios (IEPS) en las gasolinas, continuará el próximo año con el propósito de frenar el impacto de la inflación en los bolsillos de los mexicanos, aseguró Gabriela Siller, directora de análisis económico de Grupo Financiero Base.
En videoconferencia donde el Grupo Financiero Base anunció sus pronósticos económicos para 2022 y 2023, Siller explicó que las presiones inflacionarias para el 2023 continuarán al alza, por lo que será difícil que el esquema de subsidios otorgados por el gobierno desaparezca, aun cuando éste tenga impacto en las finanzas públicas del país.
“No se espera que quiten este subsidio, aunque parece que obedece más a un objetivo político que económico, sigue ayudando a frenar el impacto de la inflación y el daño a la economía familiar”, comentó la analista.
Siller estimó que, si México no tuviera el subsidio al IEPS en las gasolinas, la inflación se ubicaría en niveles de entre 11 y 11.5 por ciento, debido a las presiones que se han presentado en los precios de productos y servicios ante los conflictos externos, como la guerra entre Rusia y Ucrania y la falta de medidas internas para controlar la inflación.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), durante la primera quincena de octubre, la inflación en México se ubicó en 8.53 por ciento.
El Grupo Financiero Base pronostica que, para el cierre de este año, la inflación se ubique en 9.0 por ciento.
Pemex, un barril sin fondo para las finanzas públicas
La analista agregó que, para el próximo año, Petróleos Mexicanos (Pemex) seguirá siendo “un barril sin fondo” para las finanzas públicas, ya que se mantendrá como una pérdida de dinero para el gobierno que sigue inyectando recursos a la empresa paraestatal.
“Lo que tiene que hacer Pemex es vender parte de sus activos para disminuir su deuda. (…) no debería de ser una actividad que el gobierno siga apoyando, porque sí genera una presión a la baja para la calificación crediticia soberana, además de que seguirá siendo de manera indirecta un freno para el crecimiento de México”, explicó.
Siller advirtió que el mayor riesgo sobre las finanzas de Pemex será para la próxima administración, ya que tendrá que evaluar la debilidad de las finanzas públicas y la deuda que mantenga la petrolera.
