Para 2050 las redes de distribución eléctrica en el país deberán de haber crecido por lo menos en 50 por ciento para dar soporte al aumento de la generación distribuida, cuyo crecimiento está estimado en la misma proporción, consideró la Asociación Nacional de Energía Solar (ANES).
“Para mí debería de ser por lo menos 50 por ciento de aquí al 2050, en 20 años”, dijo Rafael García, presidente de la Asociación.
De acuerdo con la Comisión Federal de Electricidad (CFE), actualmente las redes generales de distribución (RGD) de media tensión tienen una longitud de 548 mil 410 kilómetros (km) con una capacidad instalada de 59 mil 125 megavoltios-amperio (MVA), con datos al cierre de 2022. Las redes de baja tensión se ubicaban en los 340 mil 759 km.
Por su parte, la capacidad instalada nacional en generación distribuida menor a 0.5 megawatts (MW), incluidas todas las tecnologías, llegó a los 2 mil 954.65 MW en el mismo año.
Esto significa que las redes de distribución deberán alcanzar una longitud de 822 mil 615 km, con una capacidad de 88 mil 687.5 MVA, para el año 2050. Las de baja tensión estarían en los 511 mil 138.50 km.
En el caso de la capacidad instalada de los sistemas en generación distribuida exenta de permisos, habrá llegado a los 4 mil 431.98 MW.
Según datos de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), la capacidad instalada en sistemas fotovoltaicos –que representan 99.34 por ciento del total– se encuentra en los 2 mil 935.25 MW, de modo que en 20 años se habrá elevado a los 4 mil 402.88 megas.
Luego de su participación en el panel “Convergencia de la industria solar y la Transición Energética en México”, en el marco del evento The Green Expo, Rafael García aclaró para Energía a Debate que, primeramente, es necesario que las instituciones de gobierno, como la CRE, realicen los estudios correspondientes de uso de las redes.
“Primero se tiene que hacer un estudio de las energías renovables, quién la está usando y quién la quiere usar”, aseguró.