Los temas de tecnología y energía deben retomarse en los planes de estudio del país, pues los jóvenes que egresarán de las escuelas de México tendrán que competir con jóvenes de otras naciones que sí cuenten con esta educación, aseguró Benjamín González Roaro, presidente de la Academia Mexicana de la Educación.
“Todo lo que tiene que ver con el futuro del desarrollo de una sociedad, tecnologías, energía, etcétera, se ha abandonado y creemos que la educación debe retomar esos asuntos”, dijo al término de la presentación de la iniciativa “Colectivo por México”, realizada el día de ayer.
Al conversar con Energía a Debate, aseguró que si bien en los planes educativos actuales se encuentran los temas relativos al medio ambiente, por ejemplo, tiene que hacerse con una perspectiva a futuro, considerando las ventajas y las alternativas de la energía ambiental, introduciendo estas materias incluso desde la educación básica.
González Roaro, quien también fungió como subsecretario de Servicios Educativos para el Distrito Federal, también consideró que existe un “falso debate” entre las ciencias ancestrales del país, promovidas por la presente administración, y la ciencia y la tecnología moderna que el propio gobierno ha calificado de “colonizante” y “neoliberal”.
“Es alterar las cosas”, respondió a la pregunta sobre el asunto y subrayó la importancia de que los jóvenes estén bien preparados para competir con los egresados de otros países.
“Una cosa es nuestra historia, nuestra cultura, nuestras herencias, que desde luego hay que defender y rescatar, y otra cosa es el futuro de las sociedades altamente competitivas, que la competencia de los próximos egresados de nuestras escuelas van a competir con jóvenes de otras naciones que tienen obviamente estos temas incluidos en sus programas de estudio”, explicó.
“Yo creo que una cosa no debe descuidar la otra, es un falso debate en el que no debemos de caer”, sugirió.
Mala calidad educativa
En La iniciativa “Colectivo por México” participan políticos, académicos, investigadores, especialistas en distintas ramas, representantes de la sociedad civil, defensores de los derechos humanos, ambientalistas, deportistas, artistas y de otros ámbitos de la vida pública del país.
En el rubro de Salud y Educación, el documento plantea que la educación en México actualmente es “de mala calidad” y no facilita la movilidad social y la instrucción. También critica que los alumnos pasan de año por “inercia”, mas no por conocimientos.
Y sentencia: “La cultura, la ciencia, la investigación y la innovación tecnológica son sectores lastimados y en el olvido, con pocos recursos públicos y disminuidas perspectivas”.
Algunos datos que expone son que, mientras que en el ciclo escolar 2017-2018 en educación básica el país alcanzó un nivel de cobertura del 95.2 por ciento para los niños de edades entre 3 y 14 años a partir del ciclo escolar 2018-2020 este nivel ha venido cayendo año con año, y en el período 2020-2021 fue de tan solo 92 por ciento.
De la misma forma exhibe que, según los resultados de la prueba PISA, solo 55 por ciento de los alumnos evaluados logra un aprendizaje suficiente en lectura, 53 por ciento en ciencias y 44 por ciento en matemáticas.
“Estos niños y niñas no están preparados para continuar sus estudios de educación superior ni cuentan con posibilidades para desarrollarse en la sociedad del conocimiento”, advierte.
Estos datos de desempeño contrastan con los recursos que la actual administración federal ha destinado al rubro educativo. Tan solo entre los presupuestos en materia de Educación de 2022 y de 2023 hay una diferencia de 6.5 por ciento para ubicarse en los 945 mil millones de pesos en este último año, la cifra más alta desde 2015, según apuntó en su momento el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
Todos los programas de la SEP, como La Escuela es Nuestra, Universidades para el Bienestar, Expansión de la Educación Inicial y Jóvenes Escribiendo el Futuro, por mencionar algunos, han registrado incrementos anuales.
Sin embargo, los resultados en la calidad de la educación no han sido buenos, una situación que se agravó con la pandemia por el COVID-19.
Por ello, entre las propuestas del Colectivo por México se encuentra el diseño de políticas públicas para cultura, ciencia y tecnología, con presupuesto consecuente y “voluntad política”.
Asimismo, González Roaro se pronunció a favor de las becas para estudios en el extranjero.
“Una beca en el extranjero para un joven que no ha tenido las posibilidades le abre los horizontes”, aseguró acerca de un programa que fue cancelado desde el inicio del actual gobierno.
Cabe recordar que la administración federal extinguió por decreto presidencial 109 fideicomisos, de los cuales la mayoría estaban relacionados con la educación e investigación.
Seis de ellos relacionados directamente con el sector energético, de los cuales, a su vez, tres estaban dirigidos a programas de investigación y educación.
Estos últimos eran el Fondo Sectorial Conacyt – Secretaría de Energía – Hidrocarburos; el Fondo Sectorial Conacyt – Secretaría de Energía – Sustentabilidad Energética, y el Fondo Sectorial para la Investigación y Desarrollo Tecnológico en Energía.
“Imagínese lo que hace en estos jóvenes de escasos recursos y alto potencial académico el poder tener estas oportunidades”, comentó el académico.