El alcanzar una verdadera transición energética en México, tiene que ver no sólo con la generación de energía renovable, sino que los consumidores también realicen cambios en sus costumbres para consumir energía y electricidad que provengan de fuentes sustentables como del aire, del sol o del hidrógeno verde, aseguró Ramón Fiestas, presidente del Global Wind Energy Council para Latinoamérica (GWEC).
En entrevista con Energía A Debate, el especialista explicó que la transición energética implica un cambio de costumbres desde el punto de vista de cómo se produce y se consume la energía.
“Es importante el hecho de que los consumidores en las grandes ciudades tengan acceso a la electricidad de uso renovable y a otros combustibles de origen renovable; me refiero fundamentalmente a la oferta que se va a producir como consecuencia del hidrógeno verde energético, que hoy tiene una utilidad limitada a una serie de aspectos industriales y agrarios, pero que está llamado a ser un sustituto fundamental de los combustibles fósiles, principalmente de las gasolinas”, explicó.
El experto consideró que no hay posibilidad de ir a una electrificación de la economía y poner en marcha programas sostenibles relacionados al consumo de energéticos renovables, sin introducir al país de forma masiva esa transformación en la generación.
“En la lucha contra el cambio climático, hay toda una serie de políticas puestas en marcha para potenciar programas que ayuden a introducir sostenibilidad en todo lo que es el consumo energético de las ciudades que se producen de forma masiva, porque ahí es donde se concentra la mayor parte de la población”, dijo.
Sobre el hidrógeno verde como sustituto de los combustibles, comentó que es algo que los consumidores verán en el mediano y largo plazo, pero en el consumo eléctrico, ahí puede ser mucho más rápido esa transformación del consumo de electricidad renovable.
“Para ello se debe de cambiar la matriz eléctrica mexicana, dejar de producir con combustibles contaminantes y sustituir por un consumo de energías renovables. Esto es algo que lo tenía claro México cuando se adhiere al Acuerdo de París, que se refiere a la descarbonización de las economías y presenta objetivos y metas de reducción de emisiones que son estas contribuciones nacionalmente determinadas”, explicó.
Para lograr dichas metas, México debe de poner en marcha un programa que permita acelerar las inversiones en energías renovables, que son las que tenemos disponibles en México como la eólica y la solar fotovoltaica como principales, capaces de reemplazar las centrales de combustión.
Acuerdo con EU para financiar programas sustentables de las Ciudades
Hace unos días, la agencia de desarrollo internacional del mundo, USAID, presentó el Programa Mexico Partnership for Net Zero Cities, el cual pretende reducir las emisiones de gases contaminantes y combatir al cambio climático, a través de alianzas estratégicas entre gobiernos locales, empresas y organismos públicos en favor de la sociedad.
El programa incluye un financiamiento de 24 millones de dólares para las ciudades que participan: Ciudad de México, Hermosillo, Monterrey, Mérida, para los próximos cinco años.
Con ello, México podrá reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, mediante la mejora de las medidas de eficiencia energética en los sectores de la construcción y el transporte.
Sobre ello, Ramón Fiestas, presidente del GWEC, consideró necesario para México el apoyo que pueda venir de otros países, pues refleja la disposición de Estados Unidos en otorgar apoyos que cumplan con el objetivo común de combatir el cambio climático.
“Los ingredientes están ahí y la oportunidad es enorme en el sentido de que ese impulso que EU quiere dar ayudando a México a encontrar caminos, para que pueda poner en marcha todo ese proceso alineado a la sostenibilidad ambiental, se puede producir, pero requiere de una revisión de los programas y de la planificación energética, específicamente del sector eléctrico”, comentó.
Además, descartó que este programa de apoyos vaya a comprometer el nivel de deuda o la salud financiera del país.