A pesar de una importante aceleración en la inversión internacional en energías renovables, el mundo todavía no está seguro si la energía eólica y solar, en conjunto con la captura de carbono, el almacenamiento de energía y el hidrógeno pueden crecer al ritmo necesario para cumplir con los objetivos net zero, por lo que la consultora McKinsey señala que actualmente algunos países están volteando a ver la energía nuclear como una alternativa.
“La energía nuclear es una tecnología probada a la que se puede recurrir para desempeñar un papel más importante en la descarbonización. Sin embargo, su capacidad de escalar para satisfacer la creciente demanda está en duda”, mencionó la consultoría.
Un ejemplo de ello es la energía en Finlandia, donde inauguraron su primera planta nuclear, misma que se inauguró con 14 años de retraso, pero ha permitido bajar los precios de la energía a niveles cercanos a cero.
La agencia de noticias Yle, destacó que, la empresa Teollisuuden Voima (TVO), encargada de la planta finlandesa, redujo la producción del reactor nuclear más nuevo de Finlandia, el Olkiluoto 3, porque la electricidad se ha vuelto demasiado barata.
“La producción de electricidad también debe ser rentable para las plantas de energía nuclear, y cuando el precio es particularmente bajo, puede haber situaciones en las que la producción sea limitada”, dijo la gerente de comunicaciones de TVO, Johanna Aho.
De acuerdo con McKinsey, la energía nuclear, que no genera emisiones de carbono, contribuye con alrededor del 10 por ciento de la generación de electricidad mundial.
Entre sus ventajas, destacó que la energía nuclear se puede generar en cualquier momento, por lo que es resistente y manejable, a lo que se suma que puede complementar las fuentes de energía variables, como la eólica y la solar, para garantizar que el suministro total de energía satisfaga la demanda de la red.
En Europa y América del norte, las plantas nucleares proliferaron entre 1960 y 1970, pero posterior a esas fechas se estancó la construcción de nuevos centros, fuera de países como China, Rusia y Corea del Sur.
“El estancamiento se deriva de los desafíos de la construcción en Occidente, las percepciones políticas y sociales de la energía nuclear en algunas regiones y la transición general hacia otras tecnologías limpias”, menciona la consultora.
Sin embargo, los nuevos desarrollos sugieren que este periodo de estancamiento puede estar llegando a su fin.
“Factores como la seguridad energética y la resiliencia, la escasez de terrenos de alta calidad para las energías renovables, la interconexión y los plazos de transmisión de nueva construcción, y la capacidad de escalar las industrias de energías renovables y almacenamiento lo suficientemente rápido han impulsado la energía nuclear de nuevo a la discusión sobre la transición energética, mientras que décadas de progreso en la seguridad y las prácticas de gestión de residuos han ayudado a disipar las preocupaciones históricas”, mencionó Mckinsey.
De acuerdo con un análisis de la Agencia Internacional de Energía (EIA, por sus siglas en inglés), en Europa y Estados Unidos han resurgido los debates sobre el futuro papel de la energía nuclear en la combinación energética, situación que se ha expandido a otras partes del mundo.
“Como resultado, la generación mundial de energía nuclear crecerá en promedio casi cuatro por ciento entre 2023 y 2025, el doble que el dos por ciento registrado entre 2015 y 2019. Esto significa que cada año hasta 2025, la energía nuclear producirá alrededor de 100 TWh de electricidad adicional, el equivalente a aproximadamente una octava parte de la generación de energía nuclear de Estados Unidos en la actualidad”, mencionó.
En este sentido, la EIA precisó que más de la mitad de la generación nuclear nueva hasta 2025 provendrá de China, Japón, India y Corea.
China lidera en términos de crecimiento absoluto de 2022 a 2025 (+58 TWh), India tendrá el porcentaje de crecimiento más alto (+81%), seguida de Japón.
“Esto es el resultado del impulso del gobierno japonés para aumentar la generación nuclear con el fin de reducir la dependencia de las importaciones de gas y fortalecer la seguridad energética. Fuera de Asia, la flota nuclear francesa proporciona más de un tercio del crecimiento absoluto en la generación nuclear mundial hasta 2025 a medida que se recupera gradualmente”, detalló la EIA.