El precio del West Texas Intermediate cerró la última sesión de enero en 79.05 dólares por barril, lo que representó una caída de 1.51 por ciento en relación con el cierre de diciembre del año pasado.
Entre los factores que presionaron a la baja durante el mes el precio del hidrocarburo se encuentran los riesgos a la baja para la demanda de petróleo, ante señales de debilidad económica en Europa.
Gabriela Siller, directora de Análisis Económico de Banco Base, mencionó que también existe una mayor expectativa de oferta de petróleo, pues es posible que en Estados Unidos la producción aumente 620 mil barriles diarios en promedio durante este año.
Un tercer factor, es la expectativa de que la oferta petrolera de Rusia se mantenga en niveles altos, pese a que la Unión Europea prohibió las importaciones de ese país, al tiempo que el Grupo de los 7 (G7) impuso un tope en los precios.
Finalmente, la experta considera que es probable que la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados (OPEP+) mantenga su política de producción actual en un tope de 29.75 millones de barriles diarios, situación que se definirá mañana en la reunión mensual del organismo internacional.
De acuerdo con los reportes mensuales de la OPEP, así como de la Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en inglés) habrá un incremento en la demanda global de petróleo.
En este sentido, la OPEP estimó que el mercado estará equilibrado durante el primer trimestre de este año y que la demanda de China crecerá en 510 mil barriles diarios, mientras que la demanda global crecerá en 2.22 millones de barriles diarios (mdb).
Por su parte, la IEA mencionó que la demanda global de petróleo aumentará en 1.9 mdb en 2023, hasta alcanzar un récord de 101.7 mbd. De acuerdo con la IEA casi la mitad del incremento en la demanda procederá de China.
Además, es probable que haya volatilidad a partir del inicio del límite de precios a los productos refinados de Rusia, que se aplicarán a partir del 5 de febrero.
A esto se suma que el 5 diciembre la Unión Europea impuso un embargo a las importaciones de petróleo ruso por vía marítima, mientras que el G7 impuso un tope de 60 dólares sobre el precio del petróleo ruso esa misma fecha.