México, ¿Cómo Vamos? (MCV) presentó el micrositio ¿Cuánta electricidad necesita tu empleo? ¿Y tu negocio?, que permitirá a la ciudadanía conocer los sectores de la economía que demandan mayor energía en el país y cuántos empleos dependen de un suministro de calidad y sin apagones.
“En MCV tenemos la intención o la meta de brindarle a los ciudadanos información oportuna y relevante de lo que está en juego con esta iniciativa de reforma constitucional, sobre todo, hacer conciencia de cuánta electricidad necesita el municipio o el estado donde vivimos, el sector donde trabajamos”, aseguró Adriana García, coordinadora de Análisis Económico en MCV.
“Lo que podemos ver, es que cualquier actividad económica y cualquier municipio necesita energía, y necesitamos suficiente energía y que sea barata para que podamos ser competitivos y podamos recuperarnos primero de la pandemia y después crecer sostenidamente”, añade la especialista en entrevista con Energía a Debate.
Por sectores, detalló que el sector que utiliza más energía es la industria manufacturera y el sector de servicios, así como el comercio y la minería, que consumen 88 por ciento de la electricidad.
Sólo la industria manufacturera y los servicios representan más de 80 por ciento del empleo del país y son los principales sectores de la economía mexicana.
“La manufactura ha sido el sector que más se ha recuperado después de la pandemia y emplea a más de 24 por ciento de la población ocupada nacional”, mencionó la especialista.
EN RETROCESO
Para la especialista, el país requiere iniciativas que hagan que la energía se genere y se distribuya en forma más eficiente, para evitar cuellos de botella, porque los servicios de electricidad, gas natural y agua, se usan en todas las actividades productivas.
“Lo que queremos resaltar es que además de que todas las actividades utilizan energía, necesitamos ser eficientes en cómo generamos este recurso”, dice Adriana García.
Los privados, dice, son los que más han invertido en parques solares y eólicos, por lo que el riesgo se concentra en no contar con suficiente energía, además de tener electricidad sucia y cara.
“Lo que esta iniciativa nos está proponiendo es que México no se adapte a la nueva realidad global que es el combate al cambio climático”
Adriana García, coordinadora de Análisis Económico de México, ¿Cómo vamos?
A una semana de que inicie la Conferencia de las Partes 26 (COP 26) de las Naciones Unidas en Glasgow, Escocia, donde los países y empresas van a presentar sus planes y proyectos para ser neutrales en emisiones de GEI hacia el año 2050, México le está cerrando la puerta a la inversión en energías renovables.
Para la especialista, la iniciativa de la CFE restará atractivo al país para invertir no sólo en el sector eléctrico, pues recordó que las empresas de todos los sectores tienen compromisos para eliminar su huella de carbono en 2050.
En este sentido, una de las inversiones que se perdió México, añade, fue una de Tesla, la armadora de autos eléctricos de Elon Musk, misma que decidió no llegar al país porque no tenía garantías de tener suficiente energía renovable para desarrollar sus actividades.
“Hay otras armadoras, como Ford, que tienen el compromiso de ser neutrales en carbono en 2050, pero lo está acelerando a 2030, para alinearse con el plan del presidente de EU, Joe Biden, que pretende ser neutral en emisiones ese año”, advierte.
“Lo que esta iniciativa nos está proponiendo es que México no se adapte a la nueva realidad global que es el combate al cambio climático, con industrias limpias o en transición de ser totalmente limpias”, advierte.
La reforma eléctrica propone modificar el despacho eléctrico, donde primero se repartirá primero la energía de la CFE, que incluye al combustóleo, por encima de las energías renovables del sector privado.
“El combustóleo es el combustible fósil más contaminante y, de hecho, ya está prohibido que se comercie en aguas internacionales. Hay acuerdos de las Naciones Unidas como el Marpol, que limitan la comercialización de estos combustibles fósiles. Se usaba como combustible para los barcos, pero en México lo usa la CFE para sus plantas termoeléctricas”, asegura Adriana García.