El Fondo Monetario Internacional (FMI) volvió a sugerir al gobierno mexicano cambiar la estrategia de negocios de Petróleos Mexicanos, debido a los altos costos que representa para el país.
En su reporte final del Artículo IV, el organismo internacional advierte que los recursos destinados a la refinería de Dos Bocas ahorcan la posibilidad de que Pemex invierta en su negocio más rentable que es la exploración y extracción de petróleo.
En el documento, el organismo liderado por Kristalina Georgieva señala que la principal debilidad estructural de la petrolera mexicana es la caída en la producción de los pocos campos maduros de gran tamaño que constituyen la mayor parte de las reservas probadas, que pueden durar menos de nueve años.
“La producción de petróleo se ha estabilizado recientemente debido a las contribuciones de los campos más nuevos, pero se mantiene notablemente por debajo de los niveles anteriores. Sus inversiones, por ejemplo, en una nueva y costosa refinería, han desplazado los recursos para la exploración de petróleo y la mejora de las refinerías existentes. El mantenimiento preventivo inadecuado ha provocado interrupciones no programadas (incluso por accidentes) y una baja utilización de la capacidad”, advierte el organismo.
El actual plan de negocios ha causado que el financiamiento del gobierno federal se dedique principalmente a la refinería de Dos Bocas y el pago de los intereses de la deuda a lo que se suman descuentos fiscales aplicados a los Derechos de Utilidad Compartida (DUC) de Pemex, lo que reduce su aportación a las finanzas públicas, pues son la mayor parte de los ingresos petroleros del gobierno.
La tasa DUC aplicada a Pemex fue reducida de 65 por ciento en 2019 a 58 por ciento en 2020, y para este año bajó a 54 por ciento.
El presupuesto establece una contracción adicional hasta 40 por ciento de este impuesto que paga Pemex por sus utilidades.
Sin embargo, esta medida no ha ayudado a que Pemex tenga un balance sano, pues mantiene grandes déficits después de impuestos, dice el FMI.
El organismo señala que la deuda financiera en la Cuarta Transformación ha aumentado nueve mil millones de dólares, hasta alcanzar 115 mil millones.
A esto se suma el apalancamiento con proveedores, que aumentó cinco mil millones de dólares en el mismo periodo y alcanza los 13 mil millones.
Finalmente, destaca el FMI, el pasivo laboral tuvo un incremento de 11 mil millones de dólares para alcanzar un total de deuda de 66 mil millones de dólares. Todo esto en los tres años que acumula la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador.
La consecuencia de la estrategia actual de Pemex, recopila el organismo, provocará que la empresa tenga un flujo libre de efectivo negativo que puede alcanzar un costo al país de 1.5 por ciento del PIB, es decir, aproximadamente 150 mil millones de dólares.
SOLUCIONES
Para corregir el rumbo, el FMI sugirió aumentar la inversión en exploración para reponer las reservas, pues las calificadoras internacionales han advertido que los planes de gastos están por debajo de la inversión que requiere la petrolera para dar equilibrio a las reservas.
Un segundo paso es reducir las inversiones con bajos rendimientos de capital, como la que representa la refinería de Dos Bocas, cuyo costo inicial era de ocho mil millones de dólares, pero que en la actualidad no está claro, a lo que se suma, dice el FMI, que las refinerías existentes trabajan “muy por debajo” de su capacidad óptima.
El negocio de la refinación de Pemex arrojó pérdidas por más de 111 mil millones de pesos solo durante los primeros nueve meses de este año, de acuerdo con el último reporte financiero de la compañía.
Un tercer paso es fomentar una mayor participación del sector privado a través de las herramientas que dio la Reforma Energética de 2013, como los farmouts o las migraciones de contrato, con el objetivo de atraer operadores experimentados en campos más complejos, que pueden ayudar a lograr una mayor recuperación de petróleo y generar mayores ingresos.
Sin embargo, el mandatario mexicano ha insistido desde el inicio de su mandato que no habrá más rondas petroleras y que la participación del sector privado se limitará a lo que ya fue entregado.
El FMI también sugiere vender activos no esenciales, así como fortalecer los procesos de gobernabilidad y compras de Pemex.
El organismo internacional puso como ejemplo las acciones de Petrobras y Ecopetrol, empresas estatales de Brasil y Colombia, respectivamente, que después del shock petrolero de 2014 permitieron una una mayor participación del sector privado en la exploración y vendieron activos como refinerías.
Estas acciones, recordó el organismo, apoyaron una mejora significativa en la posición financiera de las petroleras. “Por lo tanto, el apoyo del gobierno debe ir acompañado de reformas para colocar a Pemex en una base sólida”, insiste el FMI.