Esta semana se publicó la Estrategia de Transición para Promover el Uso de Tecnologías y Combustibles más Limpios. Es una actualización que, de acuerdo con la Ley de Transición Energética, se debe dar periódicamente.
El documento es bastante amplio, 135 hojas. Es necesario un análisis completo, pero hay una parte que llama la atención de manera importante porque parece confesión.
Es innegable que este gobierno frenó de forma grosera e ilegal la transición energética. Y ha sido la intervención de diversos actores de gobierno la que logró eso. Desde congelar y negar absurdamente permisos de generación, encarecer la interconexión de proyectos también de forma absurda desde el CENACE, retrasar o frenar proyectos con impactos sociales desde SENER, frenar impactos ambientales desde SEMARNAT y un largo etcétera.
Lo curioso es que, en el documento, diversos sectores gubernamentales se echan unos a otros la culpa de la falta de avance en la transición energética.
“Diversos sectores gubernamentales se echan unos a otros la culpa de la falta de avance en la transición energética”.
Y la verdad es que todos tienen razón y hay una causa raíz de todo esto. Ninguna parte del gobierno (si acaso CONUEE se salva) se dedicó a cumplir con las tareas que la ley les encomienda. Esta omisión ha durado todo el sexenio.
Al contrario, las instituciones en su gran mayoría se dedicaron a intentar hacer la voluntad del presidente y su “vicepresidente” de electricidad. Gracias a eso nos quedamos a 15,000 MW de cumplir la ley.
Pero veamos los problemas, quién los señala y a quién señala.
El CENACE dice que no hay un marco regulatorio que garantice la integración gradual de renovables. O sea, este organismo le echa la culpa a la CRE. Luego sugiere un cambio necesario a la política de confiabilidad. Le echa la culpa a la SENER, que hizo una actualización ilegal de la política que la Corte invalidó y que no hubiera mejorado esto que señala CENACE.
El propio CENACE, al hablar de las omisiones de SENER y CRE, incluyó los artículos de la ley a los que han faltado la Secretaría y el regulador.
También culpa a la CRE de no llevar a cabo acciones para hacer cumplir con el Código de Red.
Culpa al transportista (a CFE) de no tener modelos para agilizar el desarrollo de proyectos instruidos y dice que SENER no supervisa el avance de estos proyectos. Y aquí cabe una nota al margen: los proyectos instruidos en el Programa de Desarrollo del Sector Eléctrico Nacional (PRODESEN) llevan cero por ciento de avance. En todo el sexenio.
La CRE es reveladora. Se critica a sí misma por la falta de regulaciones, pero también habla de la necesidad de diálogo entre privados y gobierno federal. Esta parte es algo que está fuera de lugar, pero revela la visión equivocada de la CRE. Me explico: la ley y todo el marco regulatorio se diseñaron para que los inversionistas preparen sus proyectos, cumplan con y la regulación y entonces puedan desarrollar y construir sus centrales.
No se necesita que el presidente se entere o reciba a absolutamente nadie para que un proyecto se lleve a cabo. ¿Para qué sugieren el diálogo por fuera de la ley?
La CRE critica también la omisión del Atlas de Zonas de Alto Potencial de Energías Limpias que debería tener la SENER. Habla además de la necesaria coordinación interinstitucional.
CFE es más técnico, pero en algunas partes deja ver sus fuertes limitaciones o lo anquilosada que está en materia de tecnología renovable. Pero eso lo dejo para la semana siguiente.
Algo lamentable es que el CENACE revela “Carencia de instituciones profesionales, capacidad institucional limitada”. Durísima crítica del CENACE a la pauperización del gobierno y la austeridad republicana. Ojo: el CENACE al inicio del sexenio era lo más selecto y capaz del sector eléctrico. Lo han ido desarticulando y la propia administración lo admite.
Hay una parte que ya resaltó Reforma donde la SENER culpa a las renovables por el freno a la transición. O sea, dice que hay mucha capacidad de las renovables, por lo que no hay buena transmisión y no se pueden desarrollar más centrales.
Es un absurdo, pues fue una decisión de CFE dejar de invertir en líneas de transmisión, la propia CENACE y CRE se quejan de eso, pero SENER le echa la culpa a las renovables por ser muchas, cuando es el objetivo.
La SENER no critica el verdadero problema: la saturación de líneas es por una decisión propia del Estado y sus empresas.
Al final del documento hay una parte llamada “RECOMENDACIONES ESPECÍFICAS PARA LAS LÍNEAS DE ACCIÓN DE ENERGÍAS LIMPIAS HACIA 2026”. Y la parte de eólica parece una mala broma, pues dice:
“(6.2.2) Proponer estudios para evaluar las barreras de entrada y restricciones de crecimiento del potencial eólico en el país”.
El objetivo de la estrategia es llevar a cabo la transición. Aunque parece que quien la escribió busca exactamente lo contrario.
Pero como hay responsabilidades por no cumplir la ley, buscan frenar la transición y quitarle la responsabilidad al Estado.
La iglesia en manos de un Lutero que quiere señalar a otros de Luteros.
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