PEMEX y CFE, la realidad de estas dos empresas para el ciudadano de pie no ofrece un beneficio directo, ni el cambio realizado, solo podría afectar a las empresas contratadas a través de licitaciones, asignaciones directas o invitaciones restringidas, las cuales dependerán de su existencia como parte de las cadenas productivas si se tienen en tiempo los pagos por lo realizado a las empresas estatales. Sin embargo, en el caso de existir una disputa entre un ente físico o moral, éste no tendría la posibilidad de acceder a instancias mercantiles o civiles para poder establecer un acuerdo con las empresas del Estado, si no que debería lidiar con toda la estructura del gobierno. Esto podría ocasionar una incertidumbre y, al implementar la integración de los precios unitarios, las empresas contratadas por PEMEX-CFE deberán incrementar los costos de financiamiento ante posibles primas de riesgo que tendrían dinero.
“La realidad de estas dos empresas para el ciudadano de pie no ofrece un beneficio directo, ni el cambio realizado”.
En cuanto a los posibles cambios de las empresas, debemos tener en cuenta lo siguiente en cada una de ellas, para la nueva forma en que operarían en el mercado.
Comisión Federal de Electricidad:
Los costos de la electricidad dependerán de la inflación observada en cada año, así como de mantener las ayudas gubernamentales en las tarifas domésticas reguladas. La CFE recibe un subsidio por parte de la Nación para compensar las pérdidas ocasionadas principalmente por la generación.
La CFE solo tiene competencia en el ámbito de la generación de electricidad, mas no en la transmisión y distribución. Asimismo, cubre el 100 % del abastecimiento al sector doméstico, dado que no existen empresas privadas en este segmento.
Del total de la capacidad instalada, la CFE tenía el 50 % que crecerá al 54 % al incluir las plantas adquiridas de Iberdrola al cierre del 2023. El resto de lo instalado en el país, el 19 %, es por parte de los productores independientes de energía (PIE), un 2 % de las subastas de largo plazo, de los privados un 28 % y de PEMEX el 1 %. De estos datos surge la confusión, ya que se trata de una capacidad instalada que permitirá entrar a privados al mercado.
La realidad del mercado es maximizar lo invertido y está en la generación bruta en donde la CFE tiene el control de entre el 72 y 75 % del total generado, debido a que la generación creada por los PIE + Subastas de largo plazo, reza en su permiso, deberá ser entregada a la CFE para su comercialización en el mercado, y los privados solo tienen el 27 %. Son dos cosas distintas, capacidades y generación bruta.
Al llevar a cabo el cálculo de la eficiencia en función del total de la capacidad de las plantas instaladas, se constata que la CFE tiene una eficiencia de utilización del 32 %, PIE un 69 %, subastas de largo plazo 35 %, privados un 57 % y PEMEX un 50 %.
¿Cómo se produce electricidad en el mercado mexicano?
Para entre un 70 y un 75 % se emplean los combustibles fósiles, los cuales generan gases de efecto invernadero. La CFE genera el 75 % con estos, los PIE un 98 %, privados un 57 %, y PEMEX con el 51 %.
Es importante señalar que CFE y PIE tienen aproximadamente 74 plantas en todo México y los privadas 49 plantas que incluyen renovables y con combustibles fósiles.
Al integrar los datos anteriores, podemos deducir que la CFE tiene un sobrecosto del 25 a un 35 % al generar electricidad comparado con un privado.
CFE tiene problemas de economía de generación al tener una baja eficiencia y altos de costos de generación.
En México, el despacho actualmente está referenciado a plantas de ciclo combinado a ciertas horas del día y a las solares durante el tiempo en que haya radiación, pero dependerá de las necesidades de la demanda y la congestión que existan en los nodos.
La única forma para poder acoplar las energías intermitentes, eólica y solar, requiere incorporar almacenamiento por baterías. Sin embargo, México está perdiendo oportunidades al haber dejado de invertir en éstas desde el 2018, mientras que Brasil ha tomado la ventaja y, además, esto daría una gran oportunidad a ese país para poder incrementar las inversiones del nearshoring.
CFE deberá aumentar el presupuesto, al menos entre un 25 a un 35 % respecto al aprobado en 2024. De no hacerlo, continuaremos con el atraso actual que tenemos.
PEMEX:
El negocio de los hidrocarburos y una gran parte de su recuperación se centra en su transformación en combustibles. En todo el mundo, entre el 80 y 85 % de la demanda diaria se envía a refinerías para obtener combustibles, principalmente para el transporte en todas sus facetas.
Al convertirse en una empresa estatal, PEMEX recibirá directamente el respaldo de la nación, y esto ha dado frutos esta semana al ver los bonos colocados de la empresa, con un incremento en los mercados financieros de entre 1 y un 2 %. Sin embargo, esa percepción podría cambiar dentro de dos semanas al conocerse el plan de PEMEX y, sobre todo, el presupuesto que recibirá, que todo indica que será igual al aprobado este año para el 2025.
La empresa no tiene competencia en el mercado de extracción y producción de hidrocarburos líquidos y gaseosos porque tiene una participación del 94 % del total en el petróleo crudo y un 95 % en el gas natural. Pero estos porcentajes dependerán de que se mantengan o amplíen con la política pública actual, la cual establece conservar una producción de no más de 1.8 millones de barriles diarios entre 2024 y 2030. Esto indica que el CAPEX será utilizado exclusivamente para el mantenimiento de la producción y la certificación de reservas del tipo 1P.
¿En dónde tiene la empresa la competencia en forma real? En la refinación no tiene, debido a que controla el 100 % de este mercado. La respuesta a esta interrogante se encuentra en la zona de las terminales de almacenamiento y distribución, donde se comercializan y distribuyen los petrolíferos. PEMEX tiene un control del consumo diario en el país de un 86 % en la gasolina, en diésel del 82 %, en turbosina del 100 % y en gas licuado de petróleo del 58 %. Esta participación en el mercado otorga a la empresa un lugar en su balance financiero a cuidar, ya que sus ingresos de entre el 65 y el 75 % se derivan de la venta de estos. Pero al cambiar a la empresa estatal, no existe un beneficio directo al consumidor. Respecto a si bajara el precio de los combustibles, no bajará al ser PEMEX estatal. Derivado de que el precio final depende de los estímulos que pueda otorgar la SHCP en forma semanal a los combustibles, y a lo cual este 2024 el pago del IEPS, tomando como referencia la gasolina, el promedio ha sido de 5.70 pesos por litro.
Estas dos empresas son parte del Estado y el Estado deber dar el suficiente dinero a estas empresas, las cuales aparte del dinero para operar, deberán otorgar dineros adicionales para mejorar sus procesos para poder reducir los gases de efecto invernadero que en forma diaria son enviados a la atmósfera, por lo tanto, a partir del 2028, amabas empresas necesitarán entre 1.5 a 2 billones de pesos.
¿México estará listo para esto?
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