América Latina tiene inversiones comprometidas por 48 mil millones de dólares para el desarrollo de la industria del hidrógeno, por lo que se ubica como la segunda región con más inversiones anunciadas.
De acuerdo con las conclusiones del reporte Renewable Hydrogen in Latin América & The Caribean: Opportunities, Challenges and Pathways, presentado por la alianza LAC Green Hydrogen Action, la región sólo es superada por Europa, con inversiones por 117 mil millones de dólares.
LAC Hydrogen Action está integrada por la Asociación Mexicana del Hidrógeno (AMH), junto con agrupaciones de Chile, Colombia, Perú y Costa Rica.
El estudio refiere que los proyectos están concentrados principalmente en Sudamérica, mientras en Centroamérica se comienzan a diseñar hojas de ruta y estudios, acompañados de algunos proyectos piloto.
El reporte también destaca que el sector privado ha sido un actor clave para promover en la región proyectos de hidrógeno, algunos en operación, pero la mayoría están en la etapa de desarrollo de prefactibilidad y viabilidad.
En este sentido, el trabajo entrega una visión completa de la industria del hidrógeno renovable en Latinoamérica y el Caribe, donde se concentran más de 140 proyectos públicamente anunciados y se analizan hojas de ruta y retos que enfrentan México, Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Perú y Uruguay.
El especialista recordó que adoptar el hidrógeno renovable es fundamental para reducir las emisiones y combatir el cambio climático.
De acuerdo con la Agencia Internacional de Energía, para impulsar el hidrógeno verde es necesario establecer políticas de largo plazo para asegurar el papel del renovable en las inversiones; estimular la demanda comercial del hidrógeno limpio; abordar los riesgos de inversiones pioneras; apoyar proyectos e intercambiar conocimientos; armonizar estándares y eliminar barreras regulatorias.
El reporte de LAC Hydrogen Action precisa que los bancos de desarrollo internacionales están muy bien posicionados para financiar el desarrollo del hidrógeno verde en países emergentes y economías en desarrollo.
Además, el comercio internacional de hidrógeno será posible en los próximos años, pero se requerirá establecer sistemas de certificación que garanticen la credibilidad y transparencia de los atributos de los productos, distinguir las diferentes formas del hidrógeno, sus huellas de carbono durante el ciclo de vida y la sostenibilidad adicional de criterios.