La Comisión Federal de Electricidad tendrá que gastar hasta 512 mil millones de pesos adicionales entre 2022 y 2028 para alcanzar 54 por ciento de la generación de energía que establece la iniciativa de reforma energética promovida por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
De acuerdo con el estudio Los costos de la iniciativa de Reforma Energética para la CFE, elaborado por el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), en el caso de que la CFE decida invertir en la repotenciación de 14 de las 60 hidroeléctricas, la construcción del parque fotovoltaico en Puerto Peñasco, Sonora, y seis centrales de ciclo combinado, la empresa tendría que gastar 512 mil millones de pesos adicionales a lo que gasta comúnmente bajo el actual esquema.
En un primer escenario, dice Óscar Ocampo, coordinador de Energía del Imco, incluye tres grandes pilares: el parque fotovoltaico en Sonora, la repotenciación de 14 hidroeléctricas, así como la construcción de seis centrales de ciclo combinado.
“En este escenario seguimos los planes emblemáticos de inversión que ha anunciado una y otra vez la Comisión Federal de Electricidad”, dice el especialista en entrevista con Energía a Debate.
En este supuesto, el costo adicional para los próximos seis años es de 512 mil millones de pesos, lo que equivale casi al presupuesto total de la empresa para este año, o bien, obtener recursos anuales similares a lo que destina a los subsidios de las tarifas eléctricas para los hogares (alrededor de 70 mil millones de pesos por año), así como el doble de lo que destina la empresa cada 12 meses como presupuesto específico para la generación de energía, lo que representa 35 mil millones de pesos.
Las posibles fuentes de financiamiento para estos proyectos son tres, principalmente. La primera es el Fideicomiso Maestro de CFE Energía, creado a mediados del año pasado, mismo que por pertenecer a una empresa filial tiene poca transparencia en el ejercicio de los recursos, dice el Coordinador de Energía del Imco.
La segunda fuente, es la Fibra E que emitió la empresa el año pasado, y en la que levantó 16 mil millones de pesos.
Mientras que el tercero es incrementar la deuda pública de la empresa, que aunque se mantiene en niveles aceptables, (alrededor de 400 mil millones de pesos), un incremento acelerado puede poner en problemas a la CFE, advierte.
Óscar Ocampo menciona que actualmente la empresa dirigida por Manuel Bartlett no cuenta con la capacidad para generar 54 por ciento de la energía que demanda el país, y mucho menos, mantener el ritmo de crecimiento de la demanda que es de tres por ciento anual, de acuerdo con las estimaciones de la Secretaría de Energía.
“En el segundo escenario revisamos qué pasaría si CFE despachara con todas sus centrales, cuánto más necesitaría para satisfacer esa demanda y a qué costo sería, porque en ese escenario estamos integrando termoeléctricas y carboeléctricas, es decir, centrales altamente costosas”, menciona.
Este supuesto representa costos adicionales para la CFE por 406 mil millones de pesos, pero es menos costoso porque incluye toda la infraestructura existente, dice el especialista del Imco.
Otro factor que juega en contra de la administración federal es que hasta el momento no han podido adjudicar ninguna de las seis centrales de ciclo combinado presupuestadas y será imposible que queden concluidas antes de que termine el sexenio.
El Imco añade un tercer escenario en el que la empresa productiva del Estado contrate, a través de subastas de largo plazo de 12 meses, la energía que requerirá para abastecer la demanda, lo que implicaría un costo adicional de 94 mil millones de pesos.
COSTOS AMBIENTALES
El Imco señala que en el primer escenario, las emisiones de CO2 provocadas por la CFE se duplicarían en los próximos seis años, mientras que en el segundo, el incremento sería de 56 por ciento.
El problema, según Óscar Ocampo, radica en que el parque fotovoltaico de Sonora representa una capacidad de 1 gigawatt (GW), mientras que las subastas eléctricas completas aportarían 12 GW adicionales de energías limpias, al tiempo que la eficiencia de las plantas hidroeléctricas mejoraría, cuando mucho, a un factor de 60 por ciento.
“El gobierno habla de que está comprometido con la transición energética porque está poniendo un parque solar en Sonora y va a repotenciar hidroeléctricas, pero eso es una fracción de lo que hubieras ganado si hubieras retomado las subastas de largo plazo. Por ejemplo, el parque solar es un gigawatt y las tres subastas de largo plazo que se hicieron comprometieron siete GW, con las que faltaban, se esperaban 12”, asegura.