La policía de Dinamarca confirmó que las fugas de gas natural en los ductos Nord Stream 1 y 2, ubicados en el Mar Báltico, fueron causadas por “potentes explosiones” que causaron daños a la infraestructura principal que, hasta antes de la guerra entre Rusia y Ucrania, eran el principal abastecedor del combustible a Europa.
La policía de Copenhague presentó los resultados de las investigaciones preliminares de los sitios a los que calificó como “escenas del crimen”.
La pesquisa se realizó con ayuda de las Fuerzas Armadas danesas, así como con la colaboración de la Agencia de Seguridad e Inteligencia de ese país, entre otras dependencias.
En declaraciones a una televisora local, el ministro de Defensa de Dinamarca, Morten Bodskov, advirtió que el incidente “en ningún caso es una coincidencia” y que las investigaciones preliminares apuntan a que no solo fue un acto planeado, “sino muy bien planeado”.
Las agencias gubernamentales danesas decidieron continuar con la investigación y crear un grupo conjunto específicamente para mantener los trabajos que permitan determinar a los responsables del crimen; sin embargo, advierten que es imposible determinar cuándo se terminará la investigación.