El banco privado Julius Baer estimó que pese a los incrementos del precio internacional del crudo, el valor en el largo plazo del hidrocarburo se mantendrá en el rango de 70 a 80 dólares por barril.
En un análisis, el banco señaló que el corte de suministro de las naciones productoras aplicado la semana pasada desató un “cambio en el sentimiento” y las posiciones en el mercado de futuros, lo que provocó un rebote en los precios del petróleo.
“El evento probablemente representa un elemento que parece estar listo para dar forma al periodo actual del mercado del petróleo. La tensión geopolítica tras la crisis energética trae ruido e incertidumbre. Sin embargo, la geopolítica tiende a ser una fuerza de mercado temporal a corto plazo, que da forma a los choques, no a las tendencias”, detalló.
Sin embargo, la política petrolera no cambia la visión de mercado del banco, pues las tendencias de los fundamentos del mercado parecen sólidas, lo que apunta a precios del petróleo entre 70 y 80 dólares en lugar de entre 80 y 90 dólares a largo plazo.
Ayer, el precio del West Texas Intermediate (WTI) cerró en 82.38 dólares por barril, y en las últimas dos semanas el precio del hidrocarburo recuperó aproximadamente 20 por ciento de su valor en el mercado.
Sin embargo, el banco señaló que el mercado del petróleo parece estar bien equilibrado y no necesita intervención.
“Las tensiones geopolíticas entre Occidente y las naciones productoras de petróleo se intensificaron como consecuencia de la guerra en Ucrania, las sanciones contra Rusia, las antipatías entre los líderes y otras razones. Estas tensiones parecen traer un comportamiento más errático, miope y egoísta en ambos lados”, advierte el banco.
Los recortes aplicados por el grupo ampliado de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP+) añaden ruido y traen incertidumbre, dice el banco, pero no alteran el futuro en el largo plazo sobre el mercado petrolero.
“El mercado del petróleo parece mantener el equilibrio, ya que el crecimiento de la oferta fuera de las naciones productoras de petróleo es suficiente para satisfacer el deslucido crecimiento de la demanda mundial”, mencionó el banco.
Además, estimó que la transición energética y especialmente el cambio a la movilidad eléctrica erosiona visiblemente la demanda de petróleo del mundo occidental.
“Los costos de producción del shale de Estados Unidos, el ancla de los precios mundiales del petróleo a largo plazo, se mantienen por debajo de los 50 dólares por barril, y la presión inflacionaria vuelve a disminuir parcialmente”, recordó el banco.