La refinería Olmeca, que apenas inició su producción real en febrero de este año, se mantiene como la quinta de las siete que tiene el país en volumen de procesamiento de hidrocarburos.
El ex presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se comprometió originalmente a que la planta procesadora, ubicada en su entidad natal, estaría en plena producción en 2022; sin embargo, fue hasta febrero de este año cuando inició su funcionamiento: tres años después.
Incluso, en julio del año pasado, el ex mandatario mencionó que la refinería estaría procesando entre 250 mil y 260 mil barriles diarios para septiembre de 2024.
Al quinto mes de este año, la planta procesó 106 mil barriles de productos petrolíferos en general al día, menos de la mitad de lo que se obtuvo en la planta de Tula, y también por detrás de las plantas de Cadereyta, Salamanca y Salina Cruz.
Al considerar todos los productos petrolíferos, es decir, gasolinas, diésel, queroseno, gas, combustóleo, asfalto y otros componentes, la planta está a menos del 45 por ciento de la producción que –dijo el ex presidente– habría en septiembre de 2024.
El resultado es todavía más distante de la realidad cuando se revisan las cifras de producción de gasolina de la refinería Olmeca.
En mayo de este año, a ocho meses de la segunda promesa, la citada planta produjo 43 mil 392 barriles diarios, apenas 17 por ciento, considerando el nivel inferior.
Esta cifra la ubica como la cuarta refinería del país con mayor producción de Magna, por detrás de Tula, Cadereyta y Salina Cruz, y apenas mil barriles por arriba de Salamanca.
Punto a favor
Donde la refinería de Dos Bocas ya tiene su palomita es en la producción de diésel, pues ya se ubica como la líder en el país, y aporta casi uno de cada cuatro litros de este combustible a la producción nacional.
En mayo de este año, la planta generó 50 mil 186 barriles diarios, superando a Cadereyta, que produce 47 mil 562 barriles diarios.
Además, el impulso de la refinería de Dos Bocas a la producción de gasolina comenzó a notarse a partir de abril de este año, cuando la producción saltó de 307 mil 400 barriles en las siete refinerías en marzo, a 344 mil 300 barriles durante el mes siguiente.
No obstante, en mayo se registró un retroceso a 327 mil 600 barriles, afectado por la caída en la producción de las refinerías de Madero y Minatitlán, las más antiguas del país.