El banco Julius Baer prevé una menor presión para el abasto de gas en Europa correspondiente a la temporada de invierno, lo que ofrecerá un amortiguador al Viejo Continente.
De acuerdo con Norbert Rücker, jefe de Economía e Investigación de Next Generation del banco privado Julius Baer, los mercados se concentrarán en el suministro de largo plazo para esa región.
En este sentido, añadió que el almacenamiento de gas aumenta a un ritmo más acelerado en comparación con las tendencias estacionales y se acerca a los límites de capacidad.
Además, el especialista considera que se necesitaría una “combinación extraordinaria” para amenazar los suministros, incluido un duro clima invernal a nivel mundial, una interrupción prolongada de los reactores nucleares de Francia y problemas de infraestructura adicionales.
“Estos cambios parecen reflejarse cada vez más en los precios al contado del gas natural, que se suavizaron últimamente, mientras que los precios de futuros siguen siendo elevados, probablemente respaldados por una prima de riesgo”, advierte.
Otro factor que aligera la carga sobre el mercado del gas natural es que Francia muestra avances en la reintegración de sus reactores a la red de suministro, aunque los programas de trabajo de mantenimiento y reparación están sujetos a retrasos.
En Asia, mencionó, China cambió el gas por el carbón y otros combustibles para limitar el impacto en los costos de producción, al tiempo que es probable que Japón acelere el reinicio de sus plantas de energía nuclear para controlar la inflación en los precios de la electricidad.
Sin embargo, quienes pueden sufrir son algunos mercados emergentes, pues debido a los altos precios de los futuros no podrían sostener importaciones de gas natural para su matriz energética.