El banco Julius Baer prevé una menor presión para el abasto de gas en Europa correspondiente a la temporada de invierno, lo que ofrecerá un amortiguador al Viejo Continente.
De acuerdo con Norbert Rücker, jefe de Economía e Investigación de Next Generation del banco privado Julius Baer, los mercados se concentrarán en el suministro de largo plazo para esa región.
“Creemos que los amortiguadores durarán años y no meses, ya que coinciden con un repunte cíclico en el suministro de combustibles fósiles y una transición energética estructural acelerada. Creemos que los riesgos energéticos siguen estando sobrevaluados”, mencionó el especialista.
En este sentido, añadió que el almacenamiento de gas aumenta a un ritmo más acelerado en comparación con las tendencias estacionales y se acerca a los límites de capacidad.
“El regreso de los flujos de gasoductos noruegos de una temporada de mantenimiento moderada, las fuertes importaciones de gas natural licuado atraídas por los altos precios y la llegada del clima otoñal ventoso que frena la quema de gas natural para la generación de energía contribuyen a mejorar la situación de suministro. El almacenamiento parece estar bien lleno para amortiguar un invierno frío, sin ningún aumento en los flujos rusos”, aseguró.
Además, el especialista considera que se necesitaría una “combinación extraordinaria” para amenazar los suministros, incluido un duro clima invernal a nivel mundial, una interrupción prolongada de los reactores nucleares de Francia y problemas de infraestructura adicionales.
“Estos cambios parecen reflejarse cada vez más en los precios al contado del gas natural, que se suavizaron últimamente, mientras que los precios de futuros siguen siendo elevados, probablemente respaldados por una prima de riesgo”, advierte.
Otro factor que aligera la carga sobre el mercado del gas natural es que Francia muestra avances en la reintegración de sus reactores a la red de suministro, aunque los programas de trabajo de mantenimiento y reparación están sujetos a retrasos.
“La atención se centra cada vez más en las perspectivas de suministro de Europa el próximo año. La crisis energética elevó los precios del gas natural licuado y, por lo tanto, la absorción del impacto de la oferta no solo ocurre en Europa sino en todo el mundo”, dice el experto.
En Asia, mencionó, China cambió el gas por el carbón y otros combustibles para limitar el impacto en los costos de producción, al tiempo que es probable que Japón acelere el reinicio de sus plantas de energía nuclear para controlar la inflación en los precios de la electricidad.
Sin embargo, quienes pueden sufrir son algunos mercados emergentes, pues debido a los altos precios de los futuros no podrían sostener importaciones de gas natural para su matriz energética.
“En las próximas semanas y meses, deberíamos ver un repunte en las exportaciones de gas natural de Estados Unidos a medida que las terminales recientemente construidas aumentan o se reactivan tras la reparación de daños”, comentó el analista del banco.