Ulises Juárez / Redacción
Aun cuando los partidos de oposición amenazaron con interponer una controversia constitucional contra la llamada “Ley Combustóleo”, esta tarde el Pleno del Senado de la República aprobó las reformas a la Ley de la Industria Eléctrica (LIE) que envió el presidente Andrés Manuel López Obrador al Congreso de la Unión a finales de enero pasado.
Así, de un total de 126 asistentes de manera presencial y virtual, el proyecto de decreto que reforma y adiciona diversas disposiciones a la LIE fue aprobado en lo general con 68 votos a favor y 58 en contra.
Por ello, a las 20 horas empezó la discusión sobre los artículos en reserva y adiciones.
La votación en el Pleno se llevó a cabo apenas unas horas después de que llegara al Senado el dictamen emitido por la Cámara de Diputados. En el documento se encuentran las 412 reservas que dejaron los legisladores de San Lázaro, mismas que se discutirían el jueves próximo en la sesión de la Cámara Alta.
Sin embargo, a mediodía de hoy, los senadores fueron convocados a las 15:00 horas porque el dictamen ya había sido leído en primera lectura.
En conferencia de prensa virtual, la senadora por el Partido de la Revolución Institucional, Claudia Ruiz Massieu, aseguró que su bancada, junto con la de los Partidos Acción Nacional (PAN), de la Revolución Democrática (PRD) y Movimiento Ciudadano (MC) agotarán todos los medios legales que estén a su alcance para, en caso de ser aprobada, echar para abajo la nueva ley que pretende poner a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) como jugador preponderante en la industria, desincentivar inversiones y, a juicio de los legisladores, contraviene la Constitución en competitividad, libre concurrencia y libre mercado.
“Vamos a preparar una acción de inconstitucionalidad y confiamos en que la Suprema Corte sostendrá los criterios que ha venido ya manteniendo en otros medios de defensa también vinculados a la política energética de este gobierno”, expresó Ruiz Massieu.
En su intervención, el senador por el PAN, Julen Rementería del Puerto, denunció que la nueva Ley es al final una expropiación encubierta de la industria eléctrica.
“Yo diría que es una expropiación disfrazada porque la gente, los participantes en la industria eléctrica, tendrán que dejar de participar a la larga”, expuso.
Apuntó que, dado que la reforma plantea que la energía de particulares quede en tercer lugar en el orden de despacho eléctrico en beneficio de la electricidad de la CFE, los empresarios registrarán pérdidas.
“Ya no se comprará por méritos, por precio, por confiabilidad, simplemente por lo que le conviene a la Comisión Federal de Electricidad y esto es una desgracia para México”, manifestó.
El bloque opositor coincidió en lo que han advertido especialistas, analistas, representantes de la industria, organizaciones de la sociedad civil y académicos, en que las reformas significan un retroceso en la industria eléctrica del país, promueven el uso de energía cara y sucia, viola preceptos constitucionales y transgrede acuerdos y compromisos internacionales de México.