Ulises Juárez / Energía a Debate
La llegada de la tecnología conocida como 5G para el internet, que implicará un mayor consumo de electricidad y, por tanto, mayor emisión de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera, representa un área de oportunidad para aplicar un impuesto “verde” a la economía digital.
Javier Galán Figueroa, coordinador de la Especialidad en Economía Monetaria y Financiera en el Posgrado en Economía de la UNAM, explicó que la digitalización es una industria que va en proceso de expansión y su principal insumo es la energía eléctrica.
“Uno de los principales factores que inciden en el cambio climático es la emisión de CO2, si la economía digital está consumiendo demasiada electricidad, entonces también está contaminando”, expuso durante el seminario virtual “Economía ambiental, impuestos ambientales y bonos verdes”, transmitido el jueves de esta semana.
Refirió que los especialistas en los temas de internet prevén que con la tecnología 5G los poseedores de teléfonos celulares podrán tener el control de sus apartados electrodomésticos, como la estufa, el refrigerador y los televisores, incluso el automóvil, lo que implicará un mayor uso del internet y, por tanto, un mayor consumo de electricidad.
Tan solo un mensaje de texto, ejemplificó, tiene una huella de 0.014 gramos de carbono equivalente a CO2, lo que representaría 32,000 toneladas de emisiones en un año a nivel global.
En el caso de las consolas de videojuegos, a 2017 el consumo global de energía de estos aparatos se estimaba en 8,000 gigawatts por hora (GWh) y, al término de su vida útil, habrían provocado la emisión de 3 millones de toneladas de CO2.
Según sus propias proyecciones, Galán Figueroa calcula que para 2024, el tráfico de datos en México podría dispararse por arriba de los 120 millones 270,000 megabytes, contra los poco más de 270,000 megabytes reportados en 2018, con una base de 5.88% de Tasa Media de Crecimiento Acumulada (TMCA).
El impuesto a la economía digital
Durante su exposición, Galán Figueroa propuso un monto como impuesto por cada 500 megabytes utilizados y midió su impacto en los diversos impuestos vigentes, como el Impuesto Sobre la Renta (ISR), el Impuesto al Valor Agregado (IVA) y el Impuesto Especial sobre Productos y Servicios (IEPS).
“Plantamos que, si por cada 500 megabytes que se consumen pagar un impuesto de 50 centavos. Si es así, eso representaría sobre el ISR el 8% de lo que se recaudaría; o el IVA sería el 14%; o el IEPS representaría el 37%”, ejemplificó.
Sin embargo, también puso en claro que la propuesta debe ser analizada, especialmente en cuanto a sus impactos en la economía, además de que se tienen que considerar que la industria digital es “oligopólica”, en la cual se tienen identificados quiénes poseen alta concentración de mercado contra otros que tienen una menor.
Aun con ello, aseguró que “vemos que habría un campo de oportunidad para el gobierno que, por supuesto, se tiene que discutir, se tiene que hacer un estudio más exhaustivo sobre su importancia y su efecto tanto distorsionador como de bienestar social. Hay que considerar esa parte”.
En sus conclusiones, el especialista y académico dijo que este impuesto, así como los demás llamados “verdes”, son una alternativa para que el gobierno mexicano los utilice: i) como estrategia para mitigar los efectos del cambio climático en la economía, y ii) como mecanismo de recaudación tributaria, cuyos ingresas sean utilizados para financiar programas orientados a proteger el medio ambiente o revertir los daños ambientales ocasionados por la contaminación.
El seminario fue organizado por el Instituto “Belisario Domínguez” del Senado de la República y estuvo moderado por el senador Raúl Bolaños-Cacho Cué, presidente de la Comisión de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Cambio Climático.