Ulises Juárez / Energía a Debate
La propuesta del gobierno federal para que las centrales hidroeléctricas propiedad de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) sustituyan a las energías renovables, como la solar y la eólica, es insuficiente, consideró Daniel Chacón Anaya, director de Energía en Iniciativa Climática de México (ICM).
“Esta propuesta de que las ‘hidros’ nos vienen a salvar y que van a ser las energías renovables del futuro no es cierta, no es suficiente”, concluyó el especialista durante su participación en la conferencia de prensa virtual “La apuesta de México rumbo a la Cumbre de Líderes sobre Clima”, organizada esta mañana por asociaciones de la sociedad civil pertenecientes al Observatorio Ciudadano de la Calidad del Aire (OCCA).
Lo anterior, en relación con las iniciativas que llevará el presidente Andrés Manuel López Obrador a la Cumbre convocada por el mandatario estadounidense, Joe Biden, para los próximos días 22 y 23 de abril, entre las que se encuentra la construcción de 14 grandes centrales hidroeléctricas en el país y la renovación de equipamiento en algunas de ellas.
Esta propuesta se encuentra alineada con el Plan Nacional de Desarrollo establecido por la actual administración y el Programa del Sector Energético, así como con las recientes modificaciones a la Ley de la Industria Eléctrica (LIE), que priorizan la generación de energía a partir de las 60 hidroeléctricas de la CFE por sobre otras fuentes incluidas las renovables, como la solar fotovoltaica y la eólica.
Al respecto, y basado en un mapa elaborado por la Comisión Nacional del Agua (Conagua) que muestra la sequía en el territorio nacional, Chacón Anaya explicó que solo el sureste mexicano presenta lluvias normales, principalmente en los estados de Veracruz, Tabasco, algunas zonas de Oaxaca y de Chiapas, además de la Península de Yucatán.
“Afortunadamente la cuenca del Grijalva, que trae agua desde Guatemala y que descarga a través de Tabasco, al parecer se encuentra en buenas condiciones”, dijo el directivo de ICM, pero resaltó que en la mayor parte del resto del país hay sequía severa con zonas que llegan incluso a la sequía extrema
(Fuente: Conagua, citada por Daniel Chacón)
Con mismos datos de la Conagua, refirió que en el año 2012 México tuvo una de las mayores sequías de los últimos años y que para el 2021 se esperaba una temporada de “buenas lluvias”, pero al parecer, no sucederá. “Se ve que empieza a asomarse en la misma situación de 2012”, señaló.
Respecto a las consecuencias de las recientes reformas hechas a la LIE, Chacón Anaya resaltó que, de progresar, se presentará una parálisis en el crecimiento de las energías renovables.
Agregó que también habrá un incumplimiento en las metas nacionales e internacionales para mitigar el cambio climático y de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
“Más o menos hemos estimado que para el 2024, en lugar de tener el 35% de energías limpias en la matriz energética, con los cambios propuestos a la LIE solo llegaremos al 21.7%”, calculó.
“De hecho ya andábamos cerca del 25% en el 2018 que era el límite establecido por la LIE. Bueno, ahora después de 2018 vamos de bajada, vamos disminuyendo”, apuntó.
Asimismo, subrayó que se presentará una erosión de las renovables actuales. “No nada más no va a crecer, sino que va a decrecer”, sentenció. “Cualquier inversión necesita mantenimiento, que se le meta dinero, necesita incluso que se acreciente, pues aquí no va a haber quién se anime a hacer nada de eso y los equipos se van a quedar a lo que den y se acabó”, previó el especialista.
En su oportunidad, Anaid Velasco, coordinadora de Investigación en el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda), también consideró como no viable la propuesta presidencial de apostar por la energía hidroeléctrica.
Citó que el Programa Nacional Hídrico 2020-2024 reconoce que el mayor volumen del agua extraída en el país se destina para la generación eléctrica que generan solo 12% de la electricidad del país, aunque no represente consumo del recurso ni su calidad; sin embargo, esto ocasiona que no se puede aprovechar para otros usos.
En su exposición, Velasco también expresó que el plan de modernización de las centrales hidroeléctricas no es viable porque son plantas con edad promedio de 40 años y comentó que las organizaciones de la sociedad civil se ha dado el debate sobre el hecho de que este tipo de generación no es tan limpia, además de que tiene consecuencias sociales, como conflictos y desplazamientos de comunidades, entre otros.
“No podemos resolver un problema profundizando otro. Hay un problema de extracción de aguas subterráneas. No nos gustaría resolver climáticas falsas”, anotó.
Por su parte, Stephan Brodziak, de la centro de análisis públicas El Poder del Consumidor, destacó los efectos a la salud y en el medio ambiente de las emisiones de partículas de centrales termoeléctricas con base en combustóleo, como la “Francisco Pérez Ríos”, ubicada en Tula, Hidalgo.
Dijo que las emisiones de bióxido de azufre (SO2)de esta central representan alrededor de 95% de las emisiones presentes en la Megalópolis de la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM), ya que en la Cuenca de Tula se registran 143.8 mil toneladas al año (ton/a), cuando en la ZMVM es de 150.7 mil ton/a.
Algunas consecuencias en la salud de personas que viven cerca de termoeléctricas como la de Tula son el aumento en las probabilidades de parto prematuro; bajo peso al nacer por la exposición a la materia particulada 2.5 (pm 2.5), entre otros.