La estrategia del gobierno federal para evitar alzas aceleradas del precio de los combustibles en el país, puede dejar pérdidas fiscales superiores a 400 mil millones de pesos, si se mantienen los precios del petróleo en niveles superiores a 100 dólares por barril.
De acuerdo con Finamex Casa de Bolsa, desde el año pasado los precios internacionales del petróleo han aumentado significativamente, debido a un desequilibrio entre la recuperación de la movilidad y la demanda y oferta limitadas.
Además, este año, la guerra entre Rusia y Ucrania ha generado mayores presiones en estos precios.
El incremento en estos precios, que desde el 28 de febrero se han mantenido por encima de los 100 dólares por barril, ha pegado también en los precios de la gasolina, que en el país han alcanzado niveles históricos.
La Casa de Bolsa reconoce que si bien el aumento en los precios internacionales del hidrocarburo beneficiará los excedentes petroleros, también se traducen en el aumento de otros combustibles como la gasolina, lo que acarreará un doble efecto.
En primer término, las importaciones de gasolina reducirán el margen de las ganancias de las exportaciones de crudo, y en segundo lugar, los precios más altos de la gasolina darán como resultado la necesidad de un mayor estímulo fiscal.
En este sentido, Finamex abunda que el incremento en los combustibles conducirá no solo a una reducción en la recaudación del IEPS, sino a una baja en los ingresos del IVA y del Impuesto Sobre la Renta.
Al considerar la recaudación por cada tipo de impuesto, los cálculos de Finamex señalan que el gobierno federal podría recibir 96 por ciento menos del IEPS aplicado a las gasolinas, en comparación con lo programado en la Ley de Ingresos de este año, mientras que la caída en el IVA y el ISR podría ser de tres por ciento.
Finamex detalla que, considerando que los estímulos fiscales aplicados hasta el momento se mantengan constantes, el estímulo fiscal del IEPS a las gasolinas costará 202 mil 100 millones de pesos, mientras que los del diésel ascenderán a 104 mil 200 millones.
Mientras tanto, los estímulos adicionales a la gasolina, que incluyen el IVA y el ISR, tendrán un costo de 65 mil 100 millones de pesos, y para el diésel será de 45.3 millones de pesos.
UBS coincide
El banco suizo coincide en que el impacto de la reducción de los impuestos en las finanzas públicas sería de al menos 410 mil 800 millones de pesos, siempre y cuando el precio del barril del West Texas Intermediate (WTI) se mantenga en un promedio anual de 100 dólares y el gobierno mantenga la política de contener los incrementos por debajo de la inflación.
Sin embargo, si el precio del WTI aumenta a un promedio de 120 dólares por barril, el boquete fiscal aumentaría a 608 mil 600 millones de pesos para el cierre del año.
Los resultados de ambas entidades financieras presentan un panorama peor al que estimó el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco) la semana pasada.
En un estudio, el organismo dirigido por Valeria Moy estimó en su escenario más alto, un costo fiscal de 205 mil 500 millones de pesos para el cierre del año, la mitad de las pérdidas previstas por estas dos instituciones financieras.