En Europa, los precios del gas natural y de la electricidad lograron consolidar su tendencia a la baja, debido a la mejora global en la disponibilidad de energía, lo que sugiere que los mercados en 2023 tienen un margen mucho mayor para absorber aumentos temporales en comparación con 2022.
En este sentido, el banco privado Julius Baer detalló que la perspectiva de un clima templado y con viento, y especialmente la disminución de la voluntad de buscar importaciones a un precio premium, parecen ser elementos bajistas en juego.
Además, consideró que el suministro de energía ha mejorado notablemente y el comportamiento de compras en manada, de pánico y acaparamiento que caracterizó la agitación del año pasado ha desaparecido por completo.
Otro factor que alivia los precios de la energía en el Viejo Continente, es el retorno parcial de las plantas nucleares francesas.
A ello se suma que el almacenamiento interno sigue estando ampliamente lleno y la próxima temporada de calefacción invernal aún está a meses de distancia, lo que alivia la necesidad de compras inmediatas.
Además, los precios globales del gas natural siguen bajo presión, ya que los compradores asiáticos también parecen adoptar una postura similar de espera y observación.
De igual manera, las importaciones chinas de gas natural siguen siendo moderadas debido al aumento de la disponibilidad de carbón doméstico.
Mientras tanto, la mayoría de las terminales de exportación, especialmente las de Estados Unidos, están operando a plena capacidad, lo que genera un flujo constante de envíos.