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En junio de este año, la importación de diésel alcanzó un promedio diario de 209 mil 756 barriles de acuerdo con datos de Petróleos Mexicanos, una cifra que no se veía desde febrero de 2019, cuando el país compró al exterior 211 mil 265 barriles diarios.
El incremento en la importación es causado por un incremento en la demanda por este combustible.
La propia Base de Datos Institucional de Pemex señala que el volumen de ventas internas de diésel alcanzó un promedio diario de 307 mil 995 barriles diarios.
La última vez que se vio una cifra similar fue en junio de 2018, cuando la demanda rebasó ligeramente los 311 mil barriles diarios.
Así, las importaciones de diésel representaron en junio poco más de 68 por ciento de la demanda nacional.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, declaró ayer por la mañana que el país está en camino a la autosuficiencia energética, misma que, aseguró, se alcanzará el año entrante.
“Ahora estamos cambiando, buscando la autosuficiencia. Vamos a lograrlo en lo energético el año próximo, porque rehabilitamos las refinerías. Hasta hoy ya llevamos como 50 mil millones de pesos destinados a rehabilitar plantas en las seis refinerías. Ya tenemos construida la nueva refinería de Dos Bocas. Ya iniciamos la construcción de dos plantas coquizadoras para no producir combustóleo, sino gasolina y contaminar menos. Con todo esto, ya el año próximo no vamos a comprar gasolina ni diésel y el petróleo crudo que estamos extrayendo va a ser la materia prima para producir los combustibles”, mencionó el mandatario.
¿Mal momento?
El incremento en la demanda ocurre mientras en el resto del mundo la capacidad de producción y los costos apuntan a una crisis en el suministro del combustible; sin embargo, los especialistas difieren sobre la posibilidad de una crisis de abasto en el país.
Por una parte, el pasado 11 de julio, Guillermo Pineda Bernal, comisionado de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), advirtió que México no está exento de entrar en esta crisis de suministro.
El comisionado indicó que la escasez de diésel ya se ve incluso reflejada en el consumo de México.
“De acuerdo con la información de quienes administran la energía en Estados Unidos, esperan que los precios del diésel comiencen a disminuir en el tercer trimestre del 2022 a medida que aumente la producción en las refinerías; sin embargo, se mantendrán más altos que en años anteriores, esto nos conlleva precisamente a que ustedes, empresarios gasolineros, no bajen los brazos, porque la escasez del diésel es un hecho, ya ha habido en este caso algunos elementos que nos demuestran que hay regiones donde se está agudizando”, advirtió en una conferencia dictada en la Asociación Mexicana de Proveedores de Estaciones de Servicio (Ampes).
Por su parte, Beatriz Marcelino, presidente de Grupo CIITA, asegura que no existe desabasto en el mercado de diésel, aunque sí hay problemas de logística dentro de Petróleos Mexicanos, pues ante el incremento de las labores de importación y entrega de los productos, la compañía no ha logrado mejorar sus tiempos de entrega, lo que ocasiona retrasos en la distribución del combustible.
De acuerdo con la especialista, en los últimos años, Pemex ha incrementado su participación en la importación de combustibles. Del 100 por ciento de los combustibles que se consumen en el país, 40 por ciento es producido por la petrolera dentro del país, al tiempo que otro porcentaje similar es importado por la misma compañía. El resto ingresa al país traído por el sector privado.
“Estamos consumiendo producto importado y mucho de ese producto es importado por Pemex”, dice la directiva, quien considera además que la importación de petrolíferos volvió a un estatus donde Pemex tiene poder sustancial.
“Esa es la estrategia que se está llevando a cabo y que se está cumpliendo”, aseguró en entrevista con Energía a Debate.
“Desabasto no hay, pero hay una mala logística en Pemex, y se suma que le están dando prioridad a las distribuidoras y comercializadoras que ya tenían contrato con Pemex y están dejando atrás a las comercializadoras que apenas tienen contrato o que compran un volumen menor”, mencionó Beatriz Marcelino.
Actualmente, continúa, Pemex no tiene la capacidad para atender la demanda que surgió después de la apertura en el sector con la Reforma Energética del sexenio anterior.
“Antes toda la logística la tenía Pemex, pero estamos hablando de 2014. Cuando abren el mercado, empiezan las importadoras, aumentaron las estaciones de servicio y las de autoabasto y ahora que viene la gran necesidad de combustible, ya no es lo mismo, porque pasaron ocho años en los que los volúmenes se incrementaron muchísimo y Pemex sigue con los mismos mecanismos. Esa es la problemática en algunas zonas para la distribución de combustible”, consideró la directiva de Grupo CIITA.
