El mercado del hidrógeno verde todavía está en fase de construcción, pues a nivel mundial existen pocas plantas y todavía no se aterriza una regulación para el vector energético, coinciden expertos.
Durante el panel Hidrógeno verde, impacto en el modelo de negocio para estaciones de servicio, realizado en la Semana del Combustible, Abril Moreno, socia directora de P21, mencionó que en países como España y Chile, si bien ya existen avances, todavía no tienen regulaciones.
En el caso de México, si bien se han anunciado proyectos, por ejemplo el de CFE en Mexicali, Baja California, se canceló el proceso de la autorización de la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), debido a que se requiere primero la construcción de una planta fotovoltaica.
En el caso del sector privado, añadió, Cemex había anunciado intenciones de desarrollar plantas, pero todavía están en planeación.
“Muchos de los proyectos de los que se han hablado están en discusión. Todavía hay mucho camino por recorrer”, mencionó la especialista.
Añadió que el crecimiento del mercado será moderado de aquí hasta 2030, debido a los altos costos que todavía representa la infraestructura para el desarrollo de este mercado.
“En unos 15 o 20 años podremos tener plantas de generación de 1 gigawatt”, señaló.
En su intervención, Lorena Espinoza, Asesora técnica de la Cooperación Alemana al Desarrollo Sustentable en México en el Programa Internacional de Fomento del Hidrógeno, mencionó que las mezclas de gas e hidrógeno para México no hace sentido, pues estarían mezclando una molécula sumamente cara como es el H2, con el gas natural, que en el país es muy económico.
Sin embargo, destacó que hay un importante potencial en la industria química, pues se puede sustituir el hidrógeno gris con el hidrógeno verde, para acelerar la producción, por ejemplo, de amoniaco verde, que puede utilizarse como fertilizante y sustituir las importaciones.
“Se ve un alto potencial para el sector minero, especialmente para los camiones, que son enormes y consumen cualquier cantidad de diésel, en el transporte de carga de largo alcance, o la sustitución de hidrógeno gris, por hidrógeno verde en las refinerías”, dijo.
Para Daniel Rodríguez, director asociado de OPIS para el Mercado de Combustibles Mexicano, la regulación jugará un papel clave para detonar el uso del hidrógeno en el país.
“La adopción de nuevas tecnologías depende muchísimo del apalancamiento regulatorio”, comentó.