El diario estadounidense The Wall Street Journal advierte que el gobierno mexicano está regresando al sistema energético a la regulación que existía en la década de 1970, tanto en el sector eléctrico como en el de hidrocarburos.
En un artículo, el diario reporta sobre el cierre de distintas terminales de almacenamiento de combustibles de empresas privadas. El caso más reciente, señala, es el de la Terminal de almacenamiento de la empresa estadounidense Monterra Energy, en Tuxpan, Veracruz.
El rotativo estadounidense detalla que el cierre fue ordenado por la Comisión Reguladora de Energía (CRE). Consultada por el WSJ, la empresa señaló que cumple con todas las reglas exigidas en las leyes mexicanas, pero la CRE no le responde las llamadas, por lo que la terminal sigue cerrada.
Este comportamiento se ha repetido en los casos de las empresas Bulkmatic e IEnova, en la misma área. Estas inversiones forman parte de una derrama estimada en 500 millones de dólares en almacenamiento de hidrocarburos de empresas estadounidenses en México.
La reforma a la Ley de Hidrocarburos promovida por el presidente Andrés Manuel López Obrador y que ya fue aprobada, establece que todas las instalaciones que incumplan con la regulación podrán ser intervenidas por el Estado, debido a que el ramo de hidrocarburos es un apartado de seguridad nacional.
Desde el inicio del proceso legislativo, el sector privado, a través del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), advirtió que esta nueva ley sería una expropiación indirecta en la que el Estado podría, sin necesidad de justificación, incautar infraestructura de privados, bajo el pretexto de la seguridad nacional.
RIESGO EN NORTEAMÉRICA
El diario advierte que la nueva propuesta eléctrica pone en riesgo la integración del bloque norteamericano, del que México forma parte junto con Estados Unidos y Canadá.
“Las enmiendas constitucionales propuestas por AMLO, y enviadas al Congreso para su aprobación en un proyecto de ley el mes pasado se denominan reforma eléctrica. Sin embargo, mientras la palabra ‘reforma’ normalmente sugiere una mejora, esta legislación, si se aprueba, llevará a México y a la integración norteamericana en reversa“, advierte el diario.
En diciembre del año pasado, Energía a Debate señaló que en el Programa Sectorial de Energía (PROSENER) 2020-2024, el gobierno federal mostró la intención de que tanto Pemex y la CFE participaran activamente en la transición energética, pero también propone “fortalecerlas” para hacerlas “garantes de la energía”, una declaración que apunta a la monopolización de las renovables.
“…Se necesita una participación importante de las EPE en la transición energética, para garantizar el acceso universal a las energías”, detalla el numeral 5 del PROSENER.
Y el segundo Objetivo Prioritario del PROSENER establece: “Fortalecer a las empresas productivas del Estado mexicano como garantes de la seguridad y soberanía energética, y palanca del desarrollo nacional para detonar un efecto multiplicador en el sector privado”, éste último, en el segmento de la proveeduría y fabricación de componentes.
Con la reforma al sector eléctrico, añade el Wall Street Journal, el gobierno pretende regresar a la CFE el monopolio para generar, conducir, transformar, distribuir y abastecer energía eléctrica en el país, añade el rotativo.
“Este es un gran cambio. Desde que México abrió sus mercados energéticos a la inversión privada en 2014, los generadores de electricidad que venden energía a la red han disfrutado del despacho de suministro según precio, con plantas más rentables, como las que utilizan energías renovables, gas natural y tecnología moderna primero. Los grandes consumidores, incluidos los fabricantes, se les ha permitido contratar directamente con proveedores privados, que alquilan líneas de transmisión a precios establecidos por un regulador independiente (la CRE).
“Una toma de control estatal de todo el mercado eléctrico y el fin de un regulador independiente no tiene sentido en un país en desarrollo que necesita competencia para asegurar un suministro abundante y electricidad barata para sus actividades. Pero la nueva ley de AMLO no se trata de mejorar la electricidad, se trata de consolidar el poder estatal, a través de sus empresas, la CFE y Pemex“, aseguró el rotativo estadounidense.