(En la imagen, Javier Salas, William Jensen y Lorena Espinosa, asesores de GIZ)
México tiene un alto potencial para producir hidrógeno verde (H2V), es decir, sin emisiones de CO2, a muy bajo costo y colocarse como un líder mundial en una industria que estará plenamente desarrollada en los próximos 30 años.
En conferencia de prensa , Javier Salas Gordillo, asesor del Programa Apoyo a la Transición Energética en México de la Alianza Mexicana-Alemana de Cambio Climático (GIZ México), dijo que si bien en este momento no hay producción de hidrógeno verde en el país, el potencial de energía fotovoltaica y eólica permite que México tenga la posibilidad de producir este elemento a precios de 1.4 dólares por kilogramo y se podrían alcanzar costos de 1.2 dólares por kilogramo en las zonas con mayor potencial.
Sin embargo, el país está unos pasos atrás en relación con el resto del mundo, pues alrededor de 20 países ya cuentan con hojas de ruta para desarrollar la economía del hidrógeno verde.
En este sentido, aseguró que el país tiene el potencial para generar 22 TW a través de la hidrólisis, así como 1.5 gigawatts de capacidad en las centrales de ciclos combinados de hidrógeno, esto podría ayudar a reducir la capacidad instalada de ciclos combinados de gas natural hacia 2050, donde el mayor potencial se ubica en el Noroeste del país, particularmente ante la radiación solar disponible en el Desierto de Sonora.
Justo ahí, la Comisión Federal de Electricidad desarrollará el parque fotovoltaico de Puerto Peñasco, que será el más grande de América Latina, y en conjunto analiza construir una segunda planta de H2V adjunta a la central fotovoltaica sonorense.
De acuerdo con Lorena Espinosa, asesora del International Hydrogen Ramp Up Program de GIZ, el hidrógeno tiene funciones en varias áreas de la economía, como la movilidad, especialmente en los transportes de mercancía, almacenamiento de energía renovable y potencial para convertirlo en combustibles sintéticos.
En particular, Javier Salas destacó que en caso de un adecuado desarrollo de la industria del H2V, en 2030 este elemento será más competitivo que el diésel para el transporte de carga y a partir de 2035 se reducirá la venta de camiones de combustión interna para ser sustituidos por celdas de hidrógeno, tecnología que también será más eficiente y económica que los motores eléctricos.
En este sentido, aseguró que para 2050, los vehículos pesados de hidrógeno representarán hasta la mitad de las ventas.
El hidrógeno, dice Lorena Espinosa, tiene tres veces más potencial energético que el gas natural o el diésel, lo que permite mejorar la eficiencia de camiones pesados y autobuses.
Por otra parte, William Jensen, asesor de la Alianza Energética entre México y Alemania, para 2050 la economía del hidrógeno habrá generado más de 90 mil empleos en la cadena de valor.
En ese año, dice Lorena Espinosa, el mercado global del hidrógeno tendrá un valor estimado de 600 mil millones de dólares.
En México, solo el sector transporte de H2V tendrá un valor anual de seis mil millones de dólares.
Además, Sarah Basic, consejera Económica de la Embajada de Alemania en México, aseguró que Alemania busca alianzas estratégicas con países que tengan alto potencial para exportar el hidrógeno verde.