Especialistas en movilidad limpia señalaron que México debe implementar políticas públicas que aceleren la electromovilidad, pues actualmente no existen condiciones para que los autos cero emisiones puedan incrementar su participación en el mercado mexicano.
Durante el foro de Parlamento Abierto, México hacia un futuro libre de combustibles fósiles, realizado en la Cámara de Diputados, José Luis Samaniego, director ejecutivo del Instituto de Recursos Mundiales en México y Colombia, recordó que la movilidad es el segundo factor más grande de emisiones de Gases de Efecto Invernadero en el país, al representar 20 por ciento del inventario.
El especialista refirió que entre los años 2000 y 2021, el parque vehicular mexicano se triplicó y se espera que entre 2021 y 2050 las emisiones por movilidad se dupliquen.
En este sentido, enlistó los retos que tiene el país para acelerar la electromovilidad. El primero de ellos, dijo, es que en México no existe el poder adquisitivo para que la clase media pueda adquirir autos eléctricos, debido a que en la mayoría de los casos, el costo de estos rebasa 50 mil dólares.
Además, la infraestructura de transporte público está en abandono, a lo que se suma la planeación y desarrollo de las ciudades, que dan preferencia al transporte privado.
En la opinión de José Luis Samaniego, esto genera un círculo vicioso hacia el incremento en las emisiones, pues con la ruta actual no se prevé que los mexicanos de clase media puedan acceder a un auto eléctrico, como regla general, al menos durante la primera mitad de este siglo.
Por ello, consideró que es necesario reducir el crecimiento de la movilidad privada e incrementar la prioridad del transporte público.
En este sentido, es necesario incrementar la eficiencia por persona transportada y, en específico, los medios de locomoción, a lo que se suma evitar un incremento en la demanda de viajes privados.
Áreas de oportunidad
En su intervención, Isabel Studer, presidenta de Sostenibilidad Global, señaló que el país enfrenta varios retos. En México, la venta de autos limpios está muy retrasada, especialmente porque la mayor parte de los autos nuevos con bajas emisiones se concentra en los híbridos.
En México hay más de 20 modelos de autos eléctricos y más de 50 híbridos y cada vez hay más marcas chinas, que el año pasado representaron 20 por ciento de las ventas totales de autos nuevos en el país.
Este panorama arroja dos posibilidades, una que el mercado mexicano sea dominado por autos de origen chino, o bien, que México se convierta en un país que importa todos los autos desplazados de Estados Unidos, lo que se convierte en un riesgo, “porque hay un riesgo de caer en la obsolescencia”.
En este sentido, recomendó invertir en una modificación de la movilidad, así como desarrollar alternativas de movilidad, como pueden ser los vehículos de dos o tres ruedas, que sean vehículos nacionales, que permitan democratizar la manufactura, para avanzar en la electrificación con motos y bicicletas.
En materia de transporte público, Samaniego aseguró que existe una gran posibilidad, que es la reconversión de autos de combustión interna hacia vehículos eléctricos, lo que podría reducir a la mitad los costos de sustituir la flota en este sector.
Además, esto permitiría a las autoridades extender las concesiones por 15 años o más, pues esto implica dos ciclos de vida de baterías y un mayor retorno de inversión para los concesionarios.