El mercado petrolero se mantiene relajado, pese al incremento en la demanda de China, así como a las sanciones que entraron en vigor el domingo de esta semana contra los productos derivados del petróleo aplicado por Occidente contra Rusia, consideró el banco privado Julius Baer.
Esto se debe a que ninguno de los dos eventos han limitado hasta el momento los suministros de manera significativa.
En este sentido, la institución financiera considera que es poco probable que ambos hechos descarrilen la “poco entusiasta” normalización de los fundamentos en curso.
“Vemos precios más bajos a más largo plazo, en línea con las expectativas del mercado de futuros. El rebote del estado de ánimo del mercado aparentemente fue de corta duración y ya ha revertido su curso últimamente”, señala el banco en un estudio.
Por una parte, la reapertura de China impulsa la demanda de petróleo, al ser el país con mayores importaciones a nivel mundial del hidrocarburo, especialmente a partir del incremento de los viajes aéreos; sin embargo, el banco considera que es probable que los segmentos de propiedad y construcción se mantengan débiles, mientras que otras partes de la economía, que resultan relevantes para la demanda de petróleo, incluso los viajes por carretera y los productos químicos, no mostraron mayores reveses en la actividad del año pasado.
“El potencial de recuperación parece más limitado de lo percibido y, anecdóticamente, los suministros de petróleo de China son abundantes”, detalla la institución financiera.
Además, el domingo pasado entraron en vigor los embargos por parte de Europa sobre todas las importaciones de petróleo ruso, lo que incluye los derivados.
“En coordinación con el G7, el mecanismo de tope de precios también se aplica a los productos derivados del petróleo y prohíbe a las empresas occidentales comercializar petróleo ruso por encima de los niveles de precios establecidos”, recordó el banco.
En el mercado, el petróleo crudo, el combustóleo y los destilados de origen ruso se comercian actualmente por debajo de los límites máximos.
Desde marzo del año pasado, el mercado del petróleo ha experimentado desvíos nunca vistos de los flujos de crudo y productos derivados del petróleo. Lo que comenzó como una auto sanción de las empresas ahora está totalmente institucionalizado políticamente por los complejos paquetes de sanciones occidentales.
En este sentido, el petróleo ruso se dirige hacia el este y ya no se destina a Europa; sin embargo, existen complicaciones en la logística, pues el cambio de flujos implica viajes en barco más largos, así como el manejo por parte de comerciantes y aseguradores de occidente que cada vez tienen un menor flujo.
“Hasta ahora, el experimento funciona mejor de lo que se temía y los flujos de petróleo ruso se mantienen bien. La logística más compleja se refleja en mayores costos, como las tarifas de los barcos y, en última instancia, en los descuentos que el mercado otorga al crudo y los productos petrolíferos rusos”, advierte el banco.
En este sentido, la institución financiera opinó que las capacidades fuera de occidente, que implica los barcos y los seguros, son suficientes para manejar la mayoría de los flujos de petróleo rusos.
“Por lo tanto, las sanciones impulsaron lo que algunos llaman la “flota sombra” o flota secreta, incluidas prácticas como transferencias de barco a barco y la mezcla de productos petroleros. La ausencia de las temidas fricciones se manifiesta en la disminución de los diferenciales de precio entre el crudo y los petrolíferos y las tarifas de los barcos petroleros a nivel mundial”.
El banco pronostica que Europa podrá compensar las importaciones de derivados rusos a partir de la reposición de existencias, así como a las exportaciones de destilados que provienen de Oriente Medio y China.
“Es poco probable que la reapertura de China y las sanciones rusas descarrilen la lenta normalización de los mercados petroleros. Vemos precios más bajos a más largo plazo, en línea con las expectativas del mercado de futuros. Recortamos nuestro objetivo de tres meses a 80 dólares por barril, para igualarlo al de nuestras previsiones trimestrales que no sufren cambios”, concluye el banco.
En este sentido, en la sesión del miércoles, el precio del West Texas Intermediate cerró al alza, pero se mantuvo por debajo de los 80 dólares por barril.
Ayer, el referente estadounidense concluyó el día con un avance de 1.65 por ciento y cotizando en 78.41 dólares por barril.