La consultora Natural Gas Intelligence aseguró que este año presentará importantes oportunidades para el desarrollo de infraestructura de gas natural en México, pero en un entorno retador para la iniciativa privada.
En su análisis Barajando el mazo: altas apuestas por el gas natural y el mundo lo apuesta todo, la consultora aseguró que la industria estará determinada por las asociaciones público-privadas, y el panorama cambiante provocado por la invasión rusa de Ucrania.
Sin embargo, el riesgo político para las empresas privadas e internacionales sigue siendo alto.
La consultora señala que en 2022, la administración federal anunció que realizaría obras de infraestructura en conjunto con el sector privado, que incluyen siete Gigawatts (GW) de plantas de generación de ciclo combinado, gasoductos, así como proyectos de exportación de gas natural licuado (GNL).
Estos últimos, señala el estudio, se utilizarían para reexportar gas de Estados Unidos a Europa y Asia.
Además, la consultora señala que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) “está ansiosa” por utilizar su capacidad de gas natural en innumerables sistemas de tuberías que cruzan hacia Estados Unidos.
De acuerdo con datos oficiales, la CFE tiene una capacidad de ocho mil 203 millones de pies cúbicos contratada en México, aunque solo utiliza 53 por ciento del total.
Además, en Estados Unidos, CFE ha contratado 11.3 mil millones de pies cúbicos, pero solo 38 por ciento está en uso, según la empresa.
Obstáculos
Sin embargo, uno de los problemas que enfrenta la administración federal mexicana es la instalación de mesas de consulta sobre la política energética nacional.
En julio pasado, la representante Comercial de Estados Unidos, Katherine Tai, anunció el inicio de las consultas de solución de controversias con México, pues señaló un trato injusto contra empresas estadounidenses en el sector energético, incluido el gas natural.
Sin embargo, los cambios a la regulación han sido detenidos, pero las consultas de disputa están en curso, con la amenaza real de posibles sanciones para México.
La consultora considera que estos factores no han frenado el impulso creciente del nearshoring, que promete acercar aún más a los tres países del T-MEC.