La Agencia de Información Energética de Estados Unidos (EIA, por sus siglas en inglés), reportó que el año pasado la producción de gas seco en ese país estableció un máximo histórico, al crecer 3.5 por ciento en relación con 2020.
De acuerdo con el Informe Anual de Gas Natural de la dependencia, en 2020 la producción de la molécula había disminuido, debido a la pandemia de Covid-19; sin embargo, la producción en 2021 superó el nivel previo a la pandemia, así como el récord anterior, establecido en 2019.
La perspectiva del organismo a corto plazo pronostica que la producción de este insumo seguirá creciendo, al menos hasta 2023.
La EIA, organismo dependiente del Departamento de Energía, aseguró que el aumento en la producción se debe a los elevados precios del gas natural.
Además, detalla que la producción se ha incrementado particularmente en Texas, donde predominan los campos de shale gas, así como en Pensilvania.
En ambos estados, la producción creció casi mil 500 millones de pies cúbicos por día entre 2020 y 2021.
En sentido contrario, el reporte de la EIA señala que la producción de gas natural en el Golfo de México ha tenido una tendencia a la baja en los años recientes, debido a pozos envejecidos con productividad decreciente, un cambio de enfoque hacia el desarrollo petrolero, a lo que se suma el alto costo y la complejidad de la producción submarina, así como la exposición a huracanes.
En promedio, el Golfo de México aportaba nueve por ciento de la producción total de Estados Unidos, mientras que el año pasado contribuyó solo con dos por ciento.
Mercado exterior
La EIA detalló que las importaciones de gas natural no representaron nada del suministro total durante 2021, mientras que Estados Unidos se mantiene como un exportador neto de gas natural.
De acuerdo con el reporte anual, las exportaciones de gas natural han ido creciendo cada año desde 2016, impulsadas por las exportaciones de gas natural licuado (GNL), que alcanzaron un máximo histórico en 2021.