La propuesta de reforma eléctrica del presidente Andrés Manuel López Obrador puede provocar que la calificación soberana de México caiga en bono basura, adelantó Citibanamex.
En su Examen de la situación económica de México. Cuarto trimestre 2021-Número 1083 – Volumen XCVI, realizado por la Dirección de Estudios Económicos de Citibanamex, el banco recordó que la calificadora internacional Moody’s advirtió recientemente que la reforma eléctrica del país afectaría negativamente la calificación soberana, pues disminuirá la transparencia del sector, alejará a la inversión privada y desalentará la generación renovable, a lo que se puede sumar un alza en el costo de las tarifas.
Fitch tiene la calificación de México apenas un escalón por encima del grado especulativo, mientras que Standard & Poor’s la ubica dos peldaños arriba de ese nivel y Moody’s la puso tres niveles arriba.
S&P y Moody’s tienen la nota de México en perspectiva negativa, por lo que podrían bajar en el próximo año.
En este último caso, añade, México perdería el estatus de grado de inversión, lo que debería incrementar los costos financieros para el soberano y otras entidades públicas y privadas del país.
México no pierde el grado de inversión desde principios del siglo.
Citibanamex señala en su reporte que las otras dos grandes calificadoras todavía no se pronuncian de forma oficial respecto al impacto de la reforma, aunque a principios de año, cuando iniciaron los cambios a la Ley de la Industria Eléctrica y la Ley de Hidrocarburos ambas firmas emitieron declaraciones críticas con las modificaciones propuestas, similares a las de Moody’s.
En caso de que el país pierda el grado de inversión, como ha ocurrido con Brasil, Sudáfrica o Rusia, el costo de la deuda podría subir en 50 mil millones de pesos anuales, lo que representa un poco más del presupuesto anual que se destinará en 2022 a la refinería de Dos Bocas.
Citibanamex señala que la reforma, en caso de aprobarse, representará un retroceso para el país al generar una menor competencia en el sector energético y mayores costos de generación y distribución, a lo que se suma una disminución adicional de la confianza empresarial y menor inversión, hasta un posible desmoronamiento del marco institucional del país, o un camino hacia evitar el cumplimiento de los objetivos energéticos establecidos en la ley de transición energética de 2015 y en diversos foros internacionales.
“Y esto, en nuestra opinión, podría ser solo la punta del iceberg”, dice el banco.
DUDAN DE SU APROBACIÓN
El banco considera que será muy complicado que se apruebe la iniciativa presentada al Congreso, debido a las potenciales consecuencias que podría tener.
“La reacción de expertos e instituciones contra la reforma ha sido robusta y será un reto portentoso intentar articular una coalición legislativa ganadora para este cambio constitucional”, dice el estudio de Citibanamex.
Según la institución la iniciativa integra múltiples elementos que entran en colisión con las reglas del T-MEC, al tiempo que violan el marco internacional legal de protección a la inversión.
Para aprobarla iniciativa, es necesario el voto de dos terceras partes de las cámaras y luego la ratificación de una mayoría absoluta de los congresos estatales, es decir al menos en 17 de los 32.
“La coalición liderada por Morena controla mayorías en 18, posiblemente en 19 congresos estatales. Pero necesitaría 10 votos extra de senadores de oposición y 58 de diputados de oposición”, dice Citibanamex.
La balanza, según el banco, será inclinada por los legisladores del PRI, pues este partido no tiene una postura única sobre la reforma eléctrica, pues el partido no cuenta con un liderazgo que unifique a los que quedan activos.
Sin embargo, el escenario central del banco es que la reforma no se apruebe, aunque no descarta un aval “diluido” en ambas cámaras.