Petróleos Mexicanos reportó que al cierre de noviembre, la producción de gasolina se ubicó en 222.4 mil barriles diarios, desde 167.8 mil barriles de octubre de este año.
La recuperación fue impulsada por la refinería de Cadereyta, donde la producción pasó de 40.1 mil barriles diarios a más de 61 mil 570 barriles diarios.
La planta ubicada en Nuevo León fue una de las que incrementó en mayor medida la producción del combustible para compensar la nula producción de la planta de Madero en Tamaulipas.
La producción de gasolinas también se incrementó en la refinería de Tula, que pasó de 43 mil barriles a 61 mil 120.
Cada planta aportó aproximadamente 20 mil barriles adicionales durante noviembre.
Esto permitió sustituir con creces la producción perdida en Madero, que en septiembre de este año se ubicó en 18 mil 746 barriles diarios.
Los últimos dos meses han presentado problemas para la refinación en Pemex, pues la planta de Madero está congestionada y tiene una bajísima producción de petrolíferos, principalmente concentrada en el combustóleo.
Con los resultados actuales, Pemex se mantiene lejos de la meta final para este sexenio, que según el director de la empresa, Octavio Romero, representaría alcanzar 80 por ciento de autosuficiencia en gasolinas.
Existen varios factores que limitarán la meta. Entre ellos, Fluvio Ruiz destacó la dieta de crudo, pues es necesario que las refinerías cuenten con más petróleo ligero, mientras que la mayor parte de la producción del país se concentra en crudo pesado.
Otros factores son la construcción de las coquizadoras de Tula y Salina Cruz, mientras que la primera estaría lista cerca del cierre de este sexenio, la segunda iniciaría funciones hasta 2025.
El especialista destacó que al inicio del sexenio, la capacidad del Sistema Nacional de Refinación (SNR) se ubicaba entre 28 y 30 por ciento, mientras que actualmente ha subido a casi 50 por ciento.
Fluvio Ruiz añadió que Pemex estará en capacidad de abastecer al mercado nacional hacia la segunda mitad de la década.