México no está preparado para detonar la electromovilidad en el transporte público, e incluso está retrasado en comparación con otros países de la región en autobuses eléctricos, comentó Jorge Navarro, director de Buses y Motores para Scania México.
Scania es la cuarta proveedora más grande de camiones en México.
En entrevista con Energía a Debate, el especialista pronosticó que para que el transporte eléctrico sea una realidad en el país pasarán de 25 a 30 años.
El directivo comentó que existen factores como la regulación, la autonomía, el peso, el precio, el desarrollo de normatividad y la infraestructura de carga para incrementar su presencia en el país.
El especialista ejemplificó que Chile, que tiene una población de 17 millones de habitantes, actualmente existen tres mil autobuses, mientras que en Colombia ya hay dos mil autobuses eléctricos, mientras que en México todavía no llega a los 100.
El especialista añade que la electromovilidad requiere fuentes de energía limpia para tener una reducción de emisiones.
Por otra parte, en México no existen estímulos fiscales reales que permitan adquirir autobuses eléctricos, lo que hace que la inversión sea muy cara.
En este sentido, comentó que todavía no es rentable la compra de autobuses para pasajeros, debido a que la tarifa que se debería pagar es de 20 pesos por persona, cuando la tarifa promedio del país es de 14 pesos, mientras que en la capital del país es de nueve a 10 pesos.
Jorge Navarro fue más allá, y señaló que en México no existe la regulación para los autobuses de diésel que trabajan con la tecnología Euro VI.
Sin embargo, comentó que Scania trabaja con empresas comprometidas con la sustentabilidad para proveer de camiones de carga y autobuses eléctricos.