Redacción / Energía a Debate
El gobierno federal no descarta el intercambio de crudo pesado por ligero con los Estados Unidos, como una medida para completar la “dieta” de las seis refinerías, en caso de que el país no logre producir el petróleo que requiere, confirmó esta mañana Miguel Ángel Maciel Torres, subsecretario de Hidrocarburos de la Secretaría de Energía (Sener).
En el marco del Congreso Internacional de Gas LP 2019, celebrado por la Asociación Mexicana de Distribuidores de Gas LP y Empresas Conexas (AMEXGAS), Maciel Torres dijo que este mecanismo, conocido como swap, sería indicado.
“Si hay necesidad –y no logramos producir suficiente crudo de calidad para la dieta de las refinerías–, así lo haríamos”, afirmó el funcionario, quien aclaró que este mecanismo deberá ser aprobado primeramente por el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.
“El presidente ha señalado que no debemos comprar crudo, que debemos producir”, precisó Maciel. “Tenemos que revertir la tendencia, es el doble de trabajo, tenemos que producir para aumentar la producción pero también para compensar la declinación”, añadió.
Pero Maciel Torres también aclaró que el swap no es nuevo, ya que se ha utilizado en administraciones anteriores.
“Tendríamos que explicarle el intercambio al presidente para conseguir la aprobación”, subrayó. “ No es lo mismo a lo que se hizo el sexenio anterior, es una consecuencia de no invertir en los campos, por eso se vuelve un juego perverso”, dijo el subsecretario, al referirse a las importaciones de crudo durante el gobierno pasado.
Por otro lado, Maciel Torres aseguró que desde la entrada en vigor de la Reforma Energética, Petróleos Mexicanos (Pemex) ha perdido en promedio 40 por ciento del mercado total de combustibles y, en general, de productos refinados.
Al ser cuestionado por medios de comunicación, Maciel Torres explicó que, en una apertura como la que realizó México del sector energético, destacó el reto que tiene el gobierno mexicano ante la entrada de nuevas empresas en el mercado.
“El reto no es solo la apertura, el reto es cómo el gobierno administra, controla, esa entrada de nuevos jugadores. Es el reto para cualquier gobierno que hace este tipo de aperturas”, asentó.